La reciente gala de Gran Hermano 20 ha dejado a los espectadores al borde de sus asientos, especialmente tras la inesperada eliminatoria de Aroa, quien se convirtió en la primera expulsada no definitiva de esta temporada. Desde su ingreso al oasis, Aroa ha asumido la responsabilidad de tomar decisiones que han alterado el delicado equilibrio entre los concursantes.
Después de su breve paso por el plató, donde encontró el apoyo de Jorge Javier Vázquez y recibió una misteriosa caja, la malagueña llegó al oasis con un poder especial. Este poder le dio la oportunidad de influir en las nominaciones, una jugada que ha suscitado múltiples reacciones entre los miembros de la casa.
En la primera ronda de nominaciones, se delinearon tres nombres: Belén, Mamadou y Diego. Pero Aroa, con la aprobación de sus compañeros Rocío, Cristian, Noah y Sofía, decidió hacer un intercambio. Sin dudarlo, eliminó a su amigo Mamadou de la palestra y lo reemplazó por José Manuel, con quien ha tenido varios roces. Así, la lista final de nominados modificada quedó en Belén, Diego y José Manuel.
Este movimiento, que ha tomado por sorpresa a los concursantes que permanecen en la casa, se desvelará al resto durante el debate del próximo domingo con Ion Aramendi. Hasta entonces, los nominados provisionales continúan en la incertidumbre, creyendo que son los siguientes en riesgo de eliminación ante los fieles seguidores de este icónico formato de Telecinco.
Mientras tanto, el ambiente en la casa se intensifica. La estrategia y las alianzas se redefinen en un juego donde la amistad y la rivalidad caminan de la mano. A medida que avanza la competencia, los participantes se enfrentan a decisiones que no solo definen su permanencia en el programa, sino que también revelan su carácter y la dinámica del grupo. La expectación crece, y los seguidores están ansiosos por ver cómo se desarrollan los acontecimientos en los próximos días.
