En la más reciente temporada de Gran Hermano 2024, la atmósfera dentro de la casa se ha tornado extremadamente tensa, reflejando una división palpable entre los concursantes que no ha pasado desapercibida para la audiencia y los familiares de los participantes. En medio de esta controversia, ha emergido un conflicto particularmente ácido entre dos concursantes: Laura y Vanessa.
Laura, defendida ferozmente por su hermana fuera del juego, se ha convertido en el blanco de críticas implacables por parte de Vanessa. Según esta última, Laura estaría intentando, sin mucho disimulo, formar «carpeta», o lo que es lo mismo, establecer una relación sentimental con alguno de los chicos de la residencia, llegando incluso a calificarla despectivamente como «buscona». Esta acusación cuenta con el respaldo de Daniela y Maica, aliadas de Vanessa en el juego.
El conflicto escaló cuando Patricia, la hermana de Laura y quien también se presentó en el plató de Telecinco, defendió a su hermana argumentando que las nominaciones que ésta recibía no eran más que una estrategia por parte de sus contrincantes para sacarla del programa. Las críticas de Vanessa hacia Laura adquirieron un nuevo nivel de intensidad cuando Patricia destacó la obsesión y el doble estándar de la cantante de orquesta, apuntando a su hipocresía por criticar a Laura por querer tener encuentros íntimos cuando ella misma, siendo una mujer casada, parecía estar solicitando la presencia de hombres italianos dentro de la casa.
Este comentario provocó una reacción vibrante y ampliamente positiva tanto del público presente como de algunos colaboradores en el estudio, dejando en evidencia la popularidad y el apoyo que Laura sigue teniendo fuera del concurso. Incluso Laura Campos, ganadora de Gran Hermano 12, criticó a Vanessa por sus continuos ataques hacia Laura, a pesar de que esta última también haya expresado su deseo de conocer chicos italianos, una petición que muchos interpretan como una forma de provocación o juego dentro del reality.
La controversia ha ido más allá cuando se reveló que la petición de Vanessa de incluir hombres italianos en el casting era una respuesta a una broma del programa, que había insinuado mantener abiertas las inscripciones, formando parte de una estrategia más amplia para introducir a los participantes de una casa secreta en el juego principal.
Este episodio es solo el último de una serie de conflictos que han mantenido a los espectadores enganchados a Gran Hermano 2024, una temporada que promete ser una de las más polémicas y entretenidas hasta la fecha. Con la casa dividida y las estrategias de juego exponiendo las tensiones personales, el reality sigue demostrando por qué se mantiene como uno de los formatos de televisión más populares y seguidos a nivel mundial.