El Hospital Nacional de Parapléjicos lanza en Navidad la campaña ‘StopCaídas’ para prevenir accidentes en casa y en la calle

Las caídas han desplazado a los accidentes de tráfico como primera causa traumática de ingreso en el Hospital Nacional de Parapléjicos, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM). Así lo refleja el estudio sobre ‘Epidemiología de la lesión medular traumática en España durante los años 2009 al 2018’, de Pablo Pérez Ruiz Facultad de Medicina de Ciudad Real, dirigido por el Jefe de Cirugía Ortopédica y Traumatología del centro, el doctor Andrés Barriga.

La actualización de los datos hasta este año que va llegando a su fin confirma la tendencia, “el aumento en el número de caídas casuales, especialmente en personas de edad avanzada con cierto déficit de movilidad, que tropiezan o resbalan en su propio domicilio o en la vía pública ante obstáculos aparentemente inocentes”, según ha informado el director médico del Hospital, el doctor Juan Carlos Adau.

Profesionales del Hospital Nacional Parapléjicos invitan a que se ponga el foco en la prevención, finalidad que busca la campaña “StopCaídas” durante las Navidades, y sugiere a las familias que chequeen la seguridad del domicilio, lugar donde más caídas se producen.

La iniciativa coordinada por la Dirección Médica, en la que participan los Servicios de Rehabilitación, Cirugía Ortopédica y Traumatología, Terapia Ocupacional y la Unidad de Comunicación tendrá especial relevancia en las redes sociales (@HNParaplejicos), y en la plataforma Infomédula, para divulgar consejos preventivos. Para ello se usarán infografías con consejos y el hashtag #StopCaídas.

Hay dos tipos de factores de riesgo que influyen en que se produzcan caídas: intrínsecos y extrínsecos, ha afirmado el jefe del servicio de Rehabilitación, el doctor Ángel Gil. Entre los factores intrínsecos los más relevantes son los referidos a las alteraciones sensoriales que acompañan el paso del tiempo, como pueden ser la pérdida de la agudeza visual y auditiva, así como, déficits neurológicos que comprometen la estabilidad y el equilibrio de la persona.

No hay que olvidar también las alteraciones ortopédicas que predisponen a las caídas como los fenómenos de desgaste de las articulaciones, siendo el más común la artrosis”, ha apuntado el doctor Gil.

Chequeo al domicilio

Según la coordinadora de Terapia Ocupacional del Hospital, Rosa Mota, para disminuir el riesgo de caídas se deberá valorar el entorno de las personas, especialmente las mayores, y eliminar todos aquellos factores de riesgo que podrían provocar una caída de fatales consecuencias.

En el entorno de acceso a la vivienda es importante observar cómo están las escaleras, si hay suficiente iluminación, si disponen de barandillas y pasamanos. Hay que tener cuidado con los peldaños altos, desencajados y/o móviles y con los felpudos y alfombrillas en las puertas y portal.

Además de una iluminación adecuada, en la vivienda conviene observar los suelos: si presentan irregulares, desniveles, con baldosas sueltas o si están muy pulidos y son deslizantes. Las alfombras sin fijar, con las puntas dobladas o con arrugas, los cables y otros elementos sueltos por el suelo, suelen ser causa de caídas.

“Los resbalones han provocado numerosas caídas con nefastas consecuencias en el baño y en la cocina por lo que es preferible el uso de calzado con suelas antideslizantes”, tal y como ha afirmado Rosa Mota.

Concretamente, en el baño hay que ver cómo es el espacio para las transferencias, si la bañera demasiado alta o la taza del retrete demasiado baja, si el suelo es antideslizante, si hay asideros firmes o alfombrillas u otros objetos sueltos con los que se pueda tropezar. En la cocina, además, se debe comprobar si los objetos colocados están demasiado altos o demasiado bajos, las cacerolas muy pesadas o si hay restos de alimentos y líquidos en el suelo.

Por otra parte, en el dormitorio conviene chequear si la cama es demasiado baja o muy alta, si hay muebles inestables o exceso de mobiliario, cables sueltos, orinales, ropa en el suelo, etcétera.

Tras el domicilio, la calle es el otro escenario común de caídas con resultado de lesión medular, por lo que desde el centro se recomienda a los responsables del diseño y de la seguridad en entornos con trasiego de viandantes estén atentos al pavimento en mal estado, (baldosas sueltas, socavones…); evitar aceras estrechas con desniveles, ocupadas por coches y otros obstáculos, bancos en parques y jardines de altura y forma poco adecuada, junto con la existencia de señalización visible y adecuada.

“Es importante también una correcta accesibilidad y seguridad al transporte público, con escaleras y plataformas adecuadas, con asideros, un diseño ergonómico y considerar el tiempo suficiente para que personas mayores, o con problemas de movilidad, puedan acceder o salir de los vehículos”, han asegurado desde el centro.

A estas medidas se suman otras complementarias, como el uso de gafas de sol necesarias para evitar deslumbramiento, respetar las señales de seguridad, no ir sobrecargado cuando se viaje y, muy especialmente en el caso de las personas mayores, optimizar su fuerza y equilibrio usando, si procede ayudas como muletas, bastones o andadores.

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