El Hospital Nacional de Parapléjicos contará con nuevas ‘handbikes’ para impulsar el ciclismo de manos entre los pacientes

Toledo, 26 de agosto de 2017.- La Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos para la Investigación y la Integración será, por tercer año consecutivo, causa social de la entidad sin ánimo de lucro, Ecovidrio y la Vuelta Ciclista a España, quienes colaboran para concienciar sobre el reciclado del vidrio a través de la campaña ‘Recicla vidrio y pedalea’, que contribuirá a la donación de bicicletas de manos para los pacientes del centro sanitario toledano.
 
Para esta tercera edición de la campaña ‘Recicla vidrio y pedalea’, Ecovidrio ha diseñado un nuevo miniglú de reciclaje solidario conmemorativo y oficial de la Vuelta Ciclista a España 2017, que puede comprarse a través de la página web www.miniglu.es y cuya venta contribuirá a la donación de bicicletas de manos para el Hospital Nacional de Parapléjicos.
 
En este sentido, por cada 500 miniglús vendidos, la empresa Ecovidrio donará una handbike a dicho hospital, para impulsar el ciclismo de manos entre los pacientes del centro.
 
Beneficios físicos y psicológicos
 
El handcycling es un deporte en auge entre los pacientes del Hospital Nacional de Parapléjicos, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-la Mancha (SESCAM). Su práctica con handbikes es muy recomendable desde el punto de vista terapéutico, pues permite el desarrollo de la musculatura del cuello y las extremidades superiores.
 
Médicos, fisioterapeutas, psicólogos y especialistas en medicina deportiva asocian de manera directa la realización de ejercicio con el aumento del metabolismo, la mejora de la actividad cardiaca, circulatoria y pulmonar, además de los aspectos positivos que, desde el punto de vista psicológico, se derivan del contacto con la naturaleza.
 
Según expertos en biomecánica, con la posición que se adopta para el movimiento que impulsa una handbike se trabajan fisiológicamente los grupos musculares de la parte superior del cuerpo y de los brazos, y con ello llegan a reforzarse; cosa que no ocurre con el movimiento normal en la silla de ruedas.
 
Además, al impulsar una bicicleta de manos el pecho se encuentra enderezado y por lo tanto se consigue una respiración mejor y más profunda, así como una mejor actividad cardiaca y circulatoria.
 
Asimismo, a través de este movimiento se beneficia la columna vertebral y las musculaturas dorsal y abdominal. Lo mismo puede decirse de los músculos de los hombros que, si están bien entrenados, permiten al usuario sentarse y moverse mejor y en una posición más erguida.
 
En la actualidad existen bicicletas de mano para adultos, para niños y de competición, y cualquiera de ellas fortalece la musculatura de la parte superior del cuerpo, contribuye a la prevención de una postura viciosa escoliótica, mejora la extensión del radio de movilidad, fomenta la integración social y, como resultado de todo ello, mejora la calidad de vida de las personas que practican este deporte.
 
Inicios del ‘handcycling’ en el Hospital
 
Las primeras bicicletas de mano que se donaron al Hospital de Parapléjicos vinieron de la Fundación También, dentro del proyecto de Vías Verdes, que consiste en vías de trenes abandonadas de nuestro país donde, de la mano de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, se crearon rutas fácilmente transitables para poder disfrutar de la naturaleza.
 
Así pues, desde el área de Deportes del hospital se han programado, en diversas ocasiones, rutas por las Vías Verdes para iniciar a los pacientes en el manejo de las handbikes.
 
Tras esta primera experiencia, la Fundación Ciclista de Castilla-La Mancha (FUCICAM), junto al ya desaparecido Club Deportivo La Peraleda, iniciaron el desarrollo de un programa de ciclismo en el Hospital Nacional de Parapléjicos.
 
Según el responsable de Rehabilitación Complementaria del centro, José Miguel López, el objetivo de ese programa de ciclismo era “enseñar a los pacientes que acaban de sufrir una lesión medular que el deporte, y el ciclismo en concreto, sigue siendo una posibilidad de ocio, superación personal e incluso competición, pero sobretodo una opción muy importante para su salud física y psíquica.”
 
Los frutos de la competición
 
Ya hay grandes destacados handbikers vinculados al Hospital Nacional de Parapléjicos en las diferentes competiciones. Las categorías de competición van de la H1 a la H5 dependiendo del mayor o menor grado de afectación que haya en las extremidades. En este sentido, los corredores H1 y H2 tienen afectados, en mayor o menor medida, los miembros superiores e inferiores y los de las categorías de la H3 a la H5 sólo tienen afectación en miembros inferiores.
 
Gustavo Molina (H3), es uno de los precursores de este deporte que ha ayudado a su introducción en el Hospital de Parapléjicos y que hoy en día es un gran profesional de la handbike. Desde que ganó su primera competición en el País Vasco, su carrera ha ido en ascenso, incluso ha probado con éxito nuevas modalidades deportivas que incluyen handcycling, como paratriatlón o duatlón, modalidad en la que ha obtenido del título de subcampeón del mundo.
 
Otros ex pacientes del centro que han destacado en este deporte son Vicente Yangüez (H4),  Juan José Camacho (H1) y el taranconero Luis Miguel García-Marquina (H4).
 
En mujeres, cabe destacar a Eva Moral (H4) y a Esther Torres (H5), ambas campeonas de España en sus respectivas categorías y con un futuro prometedor.

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