El Hospital General Universitario de Ciudad Real ha marcado un hito en la cirugía ortopédica al realizar sus 100 primeras intervenciones de cirugía protésica de cadera y rodilla con el asistente robótico Mako. Este avance, que ha contado con una inversión de más de 1,2 millones de euros por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha, ha demostrado ser una revolución en el ámbito de la cirugía, según el doctor Pedro Zorrilla, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología.
Desde su implementación en febrero, las ventajas del robot han sido notables. Zorrilla destacó que en las operaciones realizadas con esta tecnología no ha sido necesaria ninguna transfusión de sangre ni se han presentado infecciones, condiciones que son comunes en las cirugías tradicionales. Además, el robot optimiza el proceso al eliminar la necesidad de guías intramedulares, lo que también reduce el riesgo de sangrado durante la intervención.
La inclusión de Mako permite obtener mediciones precisas a partir de tomografías computarizadas previas, lo que minimiza las complicaciones que pueden surgir por alteraciones en los ejes o ángulos de la prótesis, algo que es difícil de discernir a simple vista. Este nivel de exactitud es fundamental, ya que reduce el riesgo de que las prótesis resulten dolorosas para los pacientes.
El doctor Zorrilla compartió ejemplos ilustrativos de la capacidad del robot, como el caso de una fractura previamente fijada que requería mediciones específicas para el implante, una tarea que en intervenciones manuales se basaría en estimaciones.
Un aspecto crucial reconocido por Zorrilla es el impacto positivo en la recuperación de los pacientes. Los resultados han sido tan favorables que, en muchos casos, la movilidad se recupera rápidamente, permitiendo que algunos sean dados de alta tras solo tres días de hospitalización. Se espera que este tiempo se reduzca a 48 horas, lo que también disminuiría el riesgo de infecciones.
Inicialmente, se pensó que el asistente robótico sería más efectivo en intervenciones simples, sin embargo, la experiencia ha demostrado lo contrario: cuanto más compleja es la operación, mejor responde el sistema Mako. Por el momento, se siguen realizando intervenciones manuales únicamente en casos que requieren prótesis especiales.
La implementación del robot no solo beneficia a los pacientes, sino que también ofrece a los médicos en formación la oportunidad de aprender a trabajar con esta innovadora tecnología, una experiencia valiosa que no podrían obtener en otros hospitales. La satisfacción por los resultados obtenidos y las oportunidades educativas son una señal clara del potencial transformador que el asistente robótico está aportando a la cirugía ortopédica en Ciudad Real.