La Unidad de Onco-Hematología Pediátrica del Hospital Universitario de Toledo, que forma parte del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), ha anunciado la creación de grupos de apoyo para padres de niños y adolescentes diagnosticados con enfermedades oncológicas. Esta iniciativa comenzará este mes y se desarrollará tanto para aquellos niños que están ingresados en planta como para los que están en seguimiento ambulatorio o en hospital de día.
El programa, que se enmarca en el Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria, cuenta con el liderazgo del psicólogo clínico, doctor Manuel Espada, y la trabajadora social Margarita Montojo. Su principal objetivo es proporcionar herramientas emocionales y psicológicas a las familias para ayudarles a enfrentar el proceso asociado a estas enfermedades graves, tal y como ha informado la Junta en un comunicado de prensa.
Los grupos se reunirán todos los jueves y se centrarán en aspectos clave como la regulación emocional, la gestión del estrés y la búsqueda de apoyo social. Además, se ofrecerá un ambiente seguro donde los padres podrán compartir sus experiencias y vivencias con otros en situaciones similares, favoreciendo así la autoayuda y la creación de mecanismos adaptativos positivos tanto para ellos como para sus hijos.
El doctor Espada subraya que el diagnóstico de cáncer en la infancia suele ser una experiencia inesperada y traumática, que desestabiliza a cualquier familia, sin importar su capacidad de adaptación ante crisis. Los padres enfrentan diversos problemas, emocionales, sociales, psicológicos y laborales, que pueden intensificarse debido a la incertidumbre acerca del futuro de la enfermedad, provocando ansiedad y reacciones emocionales.
El proceso de la enfermedad trae consigo múltiples situaciones estresantes, y los padres, para manejar sus emociones negativas, deben desarrollar competencias que les permitan controlar la situación, reestructurar sus valores y encontrar un nuevo sentido a sus vidas. Espada menciona que estas tareas son complejas y pueden derivar en comportamientos de riesgo, lo que podría alterar la dinámica familiar y la gestión de la enfermedad.
El establecimiento de estrategias activas de afrontamiento es crucial, ya que favorecerá la adaptación positiva no solo para los niños o adolescentes, sino también para las familias y su entorno cercano durante el desarrollo de la enfermedad.
En este sentido, la trabajadora social Margarita Montojo puntualiza que el objetivo principal de esta iniciativa es ayudar a los padres a desarrollar estrategias efectivas de afrontamiento que, en colaboración con otros padres y profesionales, les faciliten mejorar su adaptación a la enfermedad de sus hijos. Esto incluye fomentar la expresión emocional, la comunicación y minimizar los riesgos que puedan surgir durante este difícil proceso.
Finalmente, se busca proporcionar a los padres herramientas que les permitan afrontar los problemas con calma y fortaleza, controlar sus miedos y potenciar la realización de actividades lúdicas que sean compatibles con las limitaciones de sus hijos, al tiempo que se permite compartir y verbalizar las diversas experiencias dentro de la dinámica grupal que se implementará.