Un año después de su implementación en el tratamiento de la depresión y los trastornos obsesivo compulsivos (TOC) resistentes a terapias y medicación convencionales, el servicio de Psiquiatría del Hospital General Universitario de Ciudad Real (HGUCR) ha compartido en las IX jornadas ‘Ciudad Real Biomédica’ los «resultados prometedores» obtenidos a través de la estimulación magnética transcraneal (EMT).
La EMT es una terapia no invasiva que aplica estímulos magnéticos en áreas específicas de la corteza cerebral utilizando una bobina que genera una corriente eléctrica de baja intensidad. Según ha indicado la Junta en una nota de prensa, cada patología tiene un objetivo específico, y la estimulación repetida a lo largo del tiempo y durante varios días puede resultar en una mejora notable en el estado psicopatológico de los pacientes.
De los pacientes que se han sometido a este tratamiento en el último año, un 60% ha mostrado una mejoría significativa. Este porcentaje es especialmente elevado, considerando que cerca de un tercio de las personas en unidades de Psiquiatría no responde a ningún tipo de tratamiento, según ha declarado Danielle Gerardino, médico residente en el HGUCR.
Una de las principales ventajas de la EMT es su bajo nivel de efectos secundarios, que suelen ser menores que los provocados por los psicofármacos. El psiquiatra Carlos Rodríguez menciona que los efectos más comunes son ligeros dolores de cabeza o molestias que se alivian con un analgésico habitual.
La primera sesión del tratamiento permite identificar la zona del cuero cabelludo donde se aplicará la estimulación. En el caso de tratar la depresión, la corteza prefrontal dorsolateral (CPFDL) es la región que se estimula. Además, se establece el umbral motor, que varía entre los pacientes y puede ajustarse según el progreso del tratamiento, que típicamente abarca unas veinticinco sesiones de aproximadamente diez minutos para la depresión, y veinte sesiones para el TOC.
Rodríguez ha enfatizado que «estamos hablando de medicina de precisión». Aunque existen protocolos y guías clínicas, cada tratamiento se adapta a las necesidades individuales del paciente, teniendo en cuenta tanto la dosis como la duración del mismo.
En la actualidad, en Ciudad Real, la EMT se aplica principalmente a aquellos pacientes con depresión y TOC que no han respondido a tratamientos con psicofármacos. Además, se están investigando nuevas indicaciones para este tipo de tratamiento, arrojando resultados esperanzadores que aún se encuentran en fase de estudio.