Mariló Montero ha dejado huella en la décima edición de MasterChef Celebrity, convirtiéndose en la ganadora indiscutible del concurso de cocina. En una reciente entrevista, la presentadora reflexiona sobre su experiencia en las cocinas de TVE, donde llegó con escasas habilidades culinarias, pero se adquirió un notable conocimiento que le permitió no solo sobrevivir, sino también destacar entre los competidores.
La evolución de Montero en el programa ha sido sorprendente. En medio de una intensa competencia, y con chefs de renombre como Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo Nágera como jueces, logró ganar no solo respeto, sino también un lugar en la historia de este formato de televisión. Su victoria, sin embargo, no fue el objetivo primordial; más bien, cada prueba se convirtió en un reto personal, una oportunidad para aprender y crecer.
Uno de los aspectos más desafiantes fue la presión del tiempo. La sensación de tener que cocinar bajo un reloj que cuenta hacia atrás es presión aplastante para cualquiera, y más aún para alguien que, al principio, no tenía experiencia en la cocina. Montero admite que en esos momentos la preocupación no estaba en irse, sino en no decepcionar a quienes la evaluaban. Cada tropiezo fue considerado un peldaño más hacia su mejora.
El gran momento de su victoria llegó en la final, un logro que pudo compartir con sus hijos, quienes mantuvieron el secreto hasta que la emisión se realizó. Para ellos, el apoyo a su madre en este viaje fue lo que conversaron y celebraron a lo largo de la competencia. Montero narra cómo ese momento se convirtió en un lazo familiar aún más fuerte.
Su experiencia en MasterChef también ha llevado a la presentadora a reflexionar sobre el ecosistema mediático. Al ser interrogada sobre su crítica anterior a la pluralidad en Televisión Española, Mariló se posiciona como una mujer de televisión que ahora aprecia la trayectoria y el esfuerzo que ha hecho el programa en su conjunto, más allá de las opiniones personales. Al final del día, esos momentos compartidos en la cocina y las enseñanzas adquiridas son lo que cuenta.
Con su victoria, Montero no solo destaca en el ámbito culinario, sino que también ha decidido donar su premio de 75.000 euros a la ONG Fundela, enfocada en la investigación de enfermedades raras como la esclerosis lateral amiotrófica, que afectó a su madre. Este gesto habla de una vocación y un compromiso personal que trascienden la fama. La lucha por la visibilidad de estas enfermedades es aún un camino que queda por recorrer, y ella espera contribuir a ello de una manera significativa.
Así, la historia de Mariló Montero en MasterChef Celebrity no es solo una de competencia y cocina, sino una narrativa de superación, conexión familiar y un compromiso social que resuena más allá de la pequeña pantalla. Han sido semanas de tensión y aprendizaje, pero también de secretos y celebraciones, desafiando las expectativas y dejando una marca en la historia del programa y en su propia vida.
