El coronel Michael Randrianirina, líder del reciente golpe de Estado en Madagascar, fue proclamado este viernes “presidente para la refundación de la República de Madagascar”. En una ceremonia que tuvo lugar en el Alto Tribunal Constitucional de Antananarivo, el nuevo mandatario juró su cargo vestido con un traje oscuro, reemplazando el uniforme militar que le caracteriza. Este acto formal sigue a la destitución del presidente Andry Rajoelina, que huyó del país tras un levantamiento popular que comenzó el 25 de septiembre, motivado por crisis económicas y demandas de cambio.
Randrianirina ha declarado la suspensión de la Constitución y la formación de un consejo de transición que incluirá a miembros del Ejército, la Gendarmería y la Policía, además de civiles, con un plazo de dos años para reestructurar el país y planear un referéndum constitucional. Si bien su asunción ha sido celebrada por muchos manifestantes, la comunidad internacional ha reaccionado con preocupación, llevando a la Unión Africana a suspender a Madagascar de sus actividades y advirtiendo que el cambio de régimen es una “grave amenaza” para la paz y la estabilidad en la región.
Las tensiones en Madagascar han ido en aumento, alimentadas por protestas dirigidas por la juventud, que acusa al presidente destituido de corrupción y mala gestión. Con este nuevo capítulo, Madagascar se enfrenta a una historia de inestabilidad, marcada por varios golpes de Estado desde su independencia en 1960, donde el CAPSAT, la unidad militar de élite liderada por Randrianirina, ya había participado en el derrocamiento de un gobierno anterior en 2009.
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