El Gobierno de Castilla-La Mancha abrirá al público el jueves próximo, 18 de junio, los parques arqueológicos y yacimientos visitables de titularidad autonómica después de realizar un protocolo de acondicionamiento a las medidas marcadas por la autoridad sanitaria.
Así lo adelantó la consejera portavoz del Ejecutivo regional, Blanca Fernández, quien destacó el papel que desempeñan estos espacios desde el punto de vista cultural, turístico, artístico y también investigador. “Entendemos que es un instrumento muy útil no solo para la cultura sino también para el turismo, uno de los sectores más damnificados por esta crisis sanitaria y económica en este momento y los parques arqueológicos pueden servir para impulsar el sector turístico porque es un sector estratégico en Castilla- Mancha”, ha indicado.
En este sentido, vale recordar que los parques y yacimientos implicados en esta actuación son los parques arqueológicos Tolmo de Minateda (Albacete), Alarcos (Ciudad Real), Recópolis (Guadalajara), Carranque (Toledo) y los yacimientos de Noheda (Cuenca) y Ercávica (Cuenca).
Además, también se beneficiarán de esta actuación el Yacimiento Conjunto de los Casares (Guadalajara), el Yacimiento del Ceremeño (Guadalajara) y los monumentos del Monasterio de Monsalud y de Bonaval, ambos situados en la provincia de Guadalajara.
Blanca Fernández explicó que, desde el día de su apertura, los parques y yacimientos en cuestión abrirán sus puertas con la inclusión de un servicio de reserva de entradas ‘on line’, que estará facilitado a través del Portal de Cultura de Castilla-La Mancha.
Como dato significativo, la portavoz del Gobierno autonómico señaló que el número de visitas registradas en la Red de Parques durante el 2019 fueron 41.756, y a partir de su reanudación, y en el presente año 2020, desde mediados de febrero hasta mediados de marzo, visitaron la Red 4.644 personas. Por lo tanto, un total de 46.400 visitantes.
Más de un 7% al PIB regional
El anuncio se suma al realizado por el presidente Emiliano García-Page acerca de la apertura de museos, y de las oficinas de turismo que la región posee en Madrid y en la Puerta de Bisagra de Toledo, acciones enmarcadas dentro del avance paulatino de Castilla-La Mancha en su fase de desescalada, en este caso por medio de “un sector estratégico tanto en la vertebración como en la recuperación económica y social de Castilla-La Mancha si tenemos en cuenta que supone más del 7 por ciento del PIB regional y del 8% del empleo”, que se traduce en una facturación de 2.400 millones de euros aproximadamente; 2,8 millones de viajeros y 5,2 millones de pernoctaciones.