El gobierno regional trabaja en el decreto para el plan regional de biometanización de Castilla-La Mancha 2030

Plan Regional de Biometanización de Castilla-La Mancha 2030

Toledo, 12 de febrero de 2025.- El Gobierno regional, a través de la Consejerías de Desarrollo Sostenible, trabaja ya en la elaboración del proyecto de decreto que apruebe el Plan Regional de Biometanización de Castilla-La Mancha 2030. “Vamos a ser pioneros, siendo la primera comunidad autónoma que va a poner en marcha un plan de estas características con la figura de decreto siguiendo la estela del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que establece una estrategia relacionada con el biometano pero no el detalle de nuestro Plan donde desgranamos cada uno de los requisitos que deben tener las plantas que se van a instalar aquí”.

De esta forma lo ha asegurado la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, durante su participación en la inauguración del II Evento Biometano en España ‘Renmad Biometano 2025’, que se está desarrollando en Toledo, y en la que ha estado acompañada por el presidente de la Asociación Española de Biogás (AEBIG), Luis Puchades, junto al director general de Calidad Ambiental, Tomás Villarrubia, que ha participado en el panel autonómico y nacional sobre los marcos normativos.

En Castilla-La Mancha, ha señalado Gómez, “con este Plan estamos creando la hoja de ruta, que nace de la mano del sector, para crear un marco común de implantación, con unos objetivos que aúnen criterios muy restrictivos que deben cumplir las instalaciones; que la actividad se integre perfectamente en el entorno; que genere actividad económica en el medio rural y que suponga contar con un nuevo modelo de valorización de residuos agrícola-ganadero”.

Objetivos del Plan: conjugar la protección al medio ambiente y el desarrollo rural

Como ha explicado Gómez, el Plan contiene unos objetivos de cara a 2030 que permitirán potenciar el sector en la región. Castilla-La Mancha cuenta con un potencial de 8,1 teravatios/año y con una capacidad de valorización de materia orgánica vía metanización de 15,7 millones de toneladas anuales.

“Esto va a permitir a las empresas primero a descarbonizar, pues además del biogás se obtiene otro producto como es el digestato, un abono de gran calidad que se puede usar en los propios cultivos o comercializar, con lo que se gana en rentabilidad. Y también a generar empleo verde”, ha manifestado la consejera.

También se quiere alcanzar un ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de 509.600 toneladas de CO2 equivalente por la sustitución del gas natural de origen fósil. No obstante, la reducción de GEI se prevé que sea altamente superior, al generar un impacto positivo en la gestión de deyecciones ganaderas y residuos orgánicos.

Asimismo, se prevé implementar una inversión privada total de 1.425 millones de euros y la creación de unos 665 puestos de trabajos directos y 950 indirectos, es decir, en torno a 1.615 puestos de trabajos a partir del despliegue del sector del biogás.

Otro importante objetivo, como ha indicado la consejera, es reducir la contaminación de las aguas por nitratos mediante la gestión centralizada de las deyecciones ganaderas y el correcto uso de la fertilización nitrogenada. “Conjugar la producción agropecuaria y de biometano, con la protección del medio ambiente y la calidad de vida de los castellanomanchegos, garantizando en todo el territorio un elevado nivel de protección ambiental”, ha enfatizado.

“Este Plan viene a contribuir al desarrollo rural y generará oportunidades económicas y sociales, además de propiciar el mantenimiento de las explotaciones ganaderas tradicionales”, ha enfatizado. Y viene a aportar una solución a la generación de los residuos ganaderos, fomentando la economía circular”. “Queremos establecer una sinergia conjunta de la mejor forma posible y transparente tanto con el sector, los municipios y la ciudadanía para que adviertan del valor añadido de estas plantas y estimen que no hay riesgo en el territorio”, ha añadido.

Principales características que se regulan en el Plan

Como ha quedado de manifiesto en la jornada, el Plan va a suponer un diagnóstico de los principales residuos orgánicos generados en la región y que pueden ser objeto de biometanización. Así se analizará la normativa que afecta a este tipo de instalaciones definiendo las características que deben reunir los residuos orgánicos para poderse utilizar en estas plantas.

También abordará el transporte y almacenamientos de estos residuos orgánicos, aspecto fundamental para evitar el rechazo social a este tipo de instalaciones. Así se evitará el paso de los vehículos de transporte por los municipios de la región, estableciendo rutas alternativas.

Además, se recogen los requisitos técnicos que deben cumplir las plantas de biometanización, especialmente lo referido a las características de los digestores y su funcionamiento. Y establece limitaciones respecto a la emisión de olores, garantizando un valor límite a cumplir en los límites del suelo urbano y urbanizable. Y contempla las características del digerido y métodos de gestión como abono orgánico para la agricultura.

Por otro lado, se ha establecido una serie de criterios para aquellos proyectos que quieran ser declarados prioritarios y que, entre otras consideraciones, deberán valorizar al menos el 50 por ciento de purines, vinazas y/o alperujos.

Otro aspecto importante contemplado en el Plan Regional de Biometanización de Castilla-La Mancha 2030 es la elaboración, por parte del promotor de la planta de biogás, de un plan de comunicación social que informe a la ciudadanía de las características del proyecto y los efectos beneficiosos para la gestión de los residuos orgánicos y la producción de biocombustibles.

Proceso amplio de participación pública

En la actualidad, el Plan se encuentra sometido a la preceptiva Evaluación Ambiental Estratégica, habiendo finalizado la fase de consultas la semana pasada. “Una vez sean analizadas todas las observaciones se incorporarán al Plan junto con el Estudio Ambiental Estratégico”, ha asegurado Gómez.

Actualmente Castilla-La Mancha cuenta con cinco plantas de biometano autorizadas, pero solo tres en funcionamiento (una en Cuenca y dos en de fase de pruebas en la provincia de Toledo) y se está tramitando la autorización para otras 44.

La consejera ha concluido indicando que este Plan inició su tramitación en mayo de 2024 pasando por consulta pública previa, periodo de información pública y proceso participativo, recibiéndose 16 observaciones “que ya han sido estudiadas y hemos incorporado al contenido del Plan aquellos aspectos que lo mejoran”.

Scroll al inicio