El Gobierno regional respalda el límite de gasto para 2026, planteando un déficit cero y un fortalecimiento de los servicios públicos esenciales.

El consejero de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, expuso hoy en las Cortes regionales el debate del límite de gasto no financiero para 2026, una medida clave que permitirá elaborar los futuros presupuestos de la Junta. Esta acción busca entrar en vigor el 1 de enero, contribuyendo al desarrollo económico y social de la región, generando “más riqueza, más empleo y más bienestar”.

Durante su intervención en el pleno del Parlamento autonómico, Ruiz Molina anunció que el límite de gasto aprobado se fijará en 9.000 millones de euros, lo que representa un incremento del 8,2% en comparación con 2025. Aseguró que este aumento no conllevará un aumento de impuestos: “todo lo contrario”. Estableció como objetivo para 2026 un déficit cero y un mayor impulso a los servicios públicos fundamentales.

El consejero hizo hincapié en que el Gobierno de Emiliano García-Page trabaja hacia el “equilibrio presupuestario” para evitar un incremento del endeudamiento que podría comprometer el cumplimiento de los compromisos adquiridos con la ciudadanía. Ruiz Molina destacó los ahorros en intereses, que ascendieron a 170 millones de euros, y la importancia de la condonación de la deuda propuesta por el Gobierno central, que representaría para Castilla-La Mancha una reducción de 4.972 millones de euros, lo que facilitaría el ahorro de 760 millones en intereses en los próximos años.

Resaltó que el presupuesto equilibrado permitirá la congelación, incluso la reducción, de la presión fiscal, alineándose con el compromiso adquirido con los agentes sociales hace diez años. Este enfoque fiscal ha ofrecido buenos resultados, situando a Castilla-La Mancha entre las comunidades con menor presión fiscal.

El consejero también abordó el contexto de estabilidad institucional y crecimiento económico sostenible que caracteriza a Castilla-La Mancha, que se espera continúe en 2026 y 2027. Aportó datos que respaldan estas proyecciones, como un crecimiento del PIB del 2,4% para 2025, y del 2,6% para 2026, además de subrayar la mejora en la contención de la inflación, que se situó en un 2,4%, lo que es inferior a la media nacional.

Los indicadores económicos son alentadores: la región lidera la reducción del paro en España, supera las 800.000 afiliaciones a la Seguridad Social y presenta un crecimiento del 18,3% en la creación de empresas. Además, la inversión extranjera ha superado los 220 millones de euros, mientras que las exportaciones registran cifras récord.

Ruiz Molina destacó el Índice de Confianza Empresarial, donde Castilla-La Mancha se posiciona a la cabeza junto con Cantabria, un indicador del optimismo empresarial y la certeza en la política económica del Gobierno regional.

En cuanto a las magnitudes del límite de gasto no financiero, el consejero precisó que los ingresos propios ascienden a 9.117 millones de euros, con un incremento del 10,5% respecto al ejercicio anterior. Insistió en la urgencia de abordar la reforma del sistema de financiación autonómica, solicitado desde 2015 por el presidente García-Page.

Además, explicó que los aumentos en los ingresos se deben tanto al reparto del impuesto a la Banca como a la ejecución del Programa Operativo FEDER 2021-2027. Concluyó que, sin estos conceptos, el crecimiento medio estimado sería del 3,5% en otras partidas de ingresos, siempre dentro de un marco de “prudencia” en las estimaciones.

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