El Hospital General de Villarrobledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha realizado una profunda renovación en su área de endoscopias digestivas con la adquisición de un moderno equipamiento tecnológico valorado en más de 185.000 euros.
El nuevo material endoscópico, adquirido por el Gobierno de Castilla-La Mancha para el Servicio de Digestivo de la Gerencia de Atención Integrada de Villarrobledo (Albacete), mejora notablemente la detección y el abordaje terapéutico por vía endoscópica de distintas enfermedades del aparato digestivo, como el cáncer, a la vez que incrementa la seguridad, el confort del paciente y la precisión en la asistencia.
En concreto, se han renovado los equipos de dos salas de endoscopias por otros de nueva generación, que incorporan un sistema de insuflación con dióxido de carbono (CO2), en lugar de con aire, para conseguir una adecuada visualización de la mucosa gastrointestinal. Ese cambio reduce las molestias que estas pruebas pueden provocar en los pacientes, además de disminuir el riesgo de complicaciones.
Asimismo, se han incorporado dos gastroscopios, dos colonoscopios, una nueva torre de diatermia, que se suma a otra que ya había, y dos nuevas torres de endoscopia. Todos estos aparatos reúnen los máximos estándares de calidad y seguridad.
Uno de los mayores avances que aportan los nuevos equipos es la excelente resolución de la imagen, lo que permite un aumento en la detección de lesiones de pequeño tamaño (incluso inferiores a un milímetro) y una mejor caracterización de las mismas para su diagnóstico y tratamiento.
Además, se incluyen dos herramientas informáticas de la llamada cromoendoscopia virtual que facilitan un mejor diagnóstico y resección de lesiones precancerosas, lo que supone un gran avance en el cribado de cáncer colorrectal y en el seguimiento de enfermedades como el esófago de Barrett, gastritis crónica y control de displasia en enfermedad inflamatoria intestinal.
La doctora Mercedes Garrido, del Servicio de Digestivo de la Gerencia de Villarrobledo, ha destacado que este nuevo material “permite al Hospital de Vilarrobledo dar un gran salto tecnológico”, ya que estos modernos dispositivos “incorporan prestaciones muy avanzadas que son capaces de detectar lesiones precancerosas de forma precoz, lo que permite evitar la aparición de un cáncer en una fase más avanzada”.
En concreto, utilizar dióxido de carbono en lugar de aire para la distensión del tubo digestivo disminuye las complicaciones que se pudieran producir durante la endoscopia, como la perforación. De esta manera, el paciente sale de la prueba prácticamente como entra, sin sensación de hinchazón abdominal.
El doble de endoscopias
Gracias a esta renovación tecnológica se duplicará el número de endoscopias que se realizarán en este centro hospitalario. Ahora ya hay en funcionamiento dos salas destinadas a estas pruebas diagnósticas, lo que reducirá considerablemente los tiempos de espera.
En ese sentido, destacar que en el año 2020, a pesar de la pandemia provocada por el coronavirus, se realizaron en el Hospital de Villarrobledo 516 colonoscopias y 487 gastroscopias.
La doctora Mercedes Garrido ha considerado que “la inversión en esta moderna tecnología” y un equipo formado “por un mayor número de profesionales” ha permitido al Servicio de Digestivo del Hospital General de Villarrobledo “crecer de manera paulatina en los últimos años”, hasta el punto de que “ahora se atiendan en Villarrobledo la mayoría de patologías que afectan al aparato digestivo”.
Estos son los casos de las enfermedades esofágicas (como la enfermedad por reflujo), gástricas, de intestino delgado y grueso (como las poliposis colónicas o la enfermedad inflamatoria intestinal), hasta con patologías pancreáticas, biliares y hepáticas (como las hepatitis o cirrosis).
Asimismo, la patología funcional digestiva y el diagnóstico de tumores son otros dos grandes grupos de enfermedades que se tratan en este centro hospitalario.
“Los pacientes tienen un médico de referencia que, salvo excepciones, suele ser el mismo, y esto lo agradecen mucho. Además de la endoscopia, también realizamos diagnóstico de intolerancias mediante el test del aliento”, ha añadido la doctora Mercedes Garrido.
El Servicio de Digestivo del Hospital de Villarrobledo está formado por cuatro doctoras, dos enfermeras, dos auxiliares de enfermería en endoscopia, una enfermera en los test de aliento y una auxiliar de enfermería en las consultas.