El Gobierno regional ha movilizado más de 50 vehículos y cerca de 200 personas, de las que 150 son efectivos de los diferentes grupos de intervención en emergencias, para participar en el primer simulacro frente al riesgo radiológico que ha tenido lugar en Castilla-La Mancha.
Así lo ha puesto de manifiesto el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, en declaraciones a los medios de comunicación, previas al inicio de este ejercicio, que se ha desarrollado esta mañana en el recinto ferial ‘La Peraleda’, en Toledo, y en el que ha estado acompañado por el delegado del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca; el director general de Protección Ciudadana, Emilio Puig; el delegado de la Junta en Toledo, Javier Úbeda; la delegada provincial de Hacienda y Administraciones Públicas, María de los Ángeles García; y la delegada provincial de Sanidad, Rocío Rodríguez.
Ruiz Molina ha explicado que este simulacro ha servido para ensayar la activación del Plan Especial de Protección Civil frente al Riesgo Radiológico de Castilla-La Mancha (RADIOCAM), “que comprende el conjunto de procedimientos para movilizar los recursos necesarios ante este tipo de situaciones”, así como para hacer una autoevaluación posterior “para advertir posibles errores y estar mejor preparados”.
Asimismo, ha destacado que el ejercicio cumple dos objetivos. Por un lado, “tener la maquinaria engrasada para que, ante una situación de estas características, los diferentes grupos de intervención estén perfectamente coordinados y, por otro, enviar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía acerca de que las administraciones públicas contamos con los medios y la preparación necesaria para hacer frente a situaciones de urgencia y emergencia de todo tipo”.
SMS de prueba de la Red de Alertas Nacional
Esta puesta en escena también ha servido para probar la nueva Red de Alertas Nacional (RAN) que está desarrollando la Dirección General de Protección Civil, dependiente del Ministerio del Interior, en colaboración con las comunidades autónomas y los servicios de Protección Civil regionales. De esta forma, los teléfonos móviles que se encontraban en Toledo y en su zona de influencia cercana han recibido un SMS alertando de la realización de este simulacro.
El ejercicio, que ha tenido una duración de dos horas y se ha desarrollado en seis escenarios distintos, se ha centrado en la hipótesis del robo de dos fuentes radioactivas de una industria de Guadalajara, que aparecen dos días más tarde en un accidente de tráfico entre particulares en un recinto a las afueras de la ciudad de Toledo.
El titular de Hacienda y Administraciones Públicas ha explicado que, en un principio, el siniestro se ha tratado como tal, pero según ha transcurrido el tiempo, a la vista de la aparición de dichas fuentes, se ha procedido a la activación del RADIOCAM en fase de emergencia nivel 2, lo que significa que participan medios del Estado, de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias.
Un total de 27 simulacros y 38 activaciones de planes de emergencia
Ruiz Molina ha mostrado su agradecimiento a todas las personas e instituciones que han colaborado con el Gobierno autonómico para la realización de este ejercicio y ha recordado que, en estos últimos siete años, la Dirección General de Protección Ciudadana ha organizado 27 simulacros de emergencia con activación de planes de protección civil. Si bien, ha precisado que desde el 2016 el Servicio 1-1-2 ha participado en cerca de mil simulacros organizados por otros organismos e instituciones.
“Unos ejercicios que nos permiten encarar con la mayor eficacia posible la activación de los distintos planes de emergencia de ámbito regional que, desde 2015, se han puesto en marcha en 38 ocasiones”, ha resaltado el consejero.
Del mismo modo, ha indicado que los resultados de este simulacro servirán para poner a prueba la capacidad de los diferentes grupos de intervención, de los que ha reconocido que “ya cuentan con unos niveles de experiencia y conocimiento ejemplares en el manejo de este tipo de situaciones”.
Para llevar a cabo este ejercicio se han movilizado 53 vehículos y cerca de 200 personas, de las que 150 son efectivos de Protección Civil de la Comunidad Autónoma y del Estado, Servicio de Emergencias 1-1-2, Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local, Bomberos del Ayuntamiento de Toledo, Bomberos del Consorcio Provincial, Servicio de Salud regional, Unidad Militar de Emergencias (UME), de la Empresa Nacional de Residuos Radioactivos (ENRESA), del Consejo de Seguridad Nuclear, de la agrupación de voluntarios de Protección Civil de Toledo y de otras localidades de la provincia y Técnicos de Emergencias Sanitarias de Cuenca, además de 50 figurantes, estudiantes del Grado Medio y Superior de Formación Profesional en Emergencias y Protección Civil que se imparte en el IES ‘Fernando Zovel’ de la capital conquense.
Desarrollo del simulacro
Por su parte, el director general de Protección Ciudadana, Emilio Puig, ha detallado los diferentes escenarios del simulacro, que ha comenzado con un accidente de tráfico con tres vehículos implicados y nueve personas heridas.
Tras el mencionado accidente, un grupo de adolescentes ha dado aviso al Servicio 1-1-2, que ha enviado a los medios de actuación en emergencias: Policía Local, sanitarios y bomberos. A su llegada se han encontrado con dos personas heridas de gravedad y atrapadas en el interior de los vehículos y siete heridos leves. Tras desencarcelar a los atrapados y trasladar a los afectados al Puesto Médico Avanzado y al Hospital de referencia, los efectivos en el lugar han descubierto una caja con el símbolo de material radioactivo (trébol).
Ante el hallazgo, se ha activado a Policía Nacional y Protección Civil, mientras los bomberos establecían un perímetro de seguridad, con un radio mínimo de 100 metros. Desde el 1-1-2 se ha avisado a la Dirección General de Protección Ciudadana, al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y a la Empresa Nacional de Residuos Radioactivos (ENRESA), quienes se desplazaban hacia Toledo.
Como consecuencia, se activaba el Plan Especial frente al Riesgo Radiológico en Castilla-La Mancha en fase de emergencia nivel 2, constituyendo el grupo de acción y desplazando el vehículo de comunicaciones (PMA) al lugar de la emergencia. Al mismo tiempo, se daba aviso a los grupos NRBQ (que actúan ante amenazas nucleares, radiológicas, biológicas y químicas) de la Policía Nacional y de la UME.
Los efectivos de la Policía Nacional realizaban la primera aproximación al vehículo que contenía la caja con un equipo de control remoto, constatando que es uno de los robados días antes en Guadalajara. Mientras tanto, los técnicos del CSN instalaban una unidad móvil de medición de radiación y la unidad de la UME instalaba asimismo una estación de descontaminación del personal, vehículos y material sensible.
La segunda fuente radioactiva se localizaba en las inmediaciones del lugar del accidente y se sospechaba que había sido manipulada por los adolescentes que avisaron al 1-1-2. Tras alojar esta fuente intacta en un contenedor plomado de ENRESA, se procedía a su recogida.
Finalmente, se llevaba a cabo la descontaminación de las personas involucradas en el incidente, así como de los vehículos y el material utilizado en su resolución, desactivando el RADIOCAM y dándose por finalizado el ejercicio.
Hay que destacar el papel desempeñado por el Puesto de Mando Avanzado (PMA), como centro directivo, desde donde todos los grupos de actuación presentes en el lugar se coordinaban para realizar su labor y desde donde se reportaba información a la Dirección del Plan.