El Puente del Arzobispo, localidad toledana conocida por su tradición alfarera y ceramista, ha sido escenario de una jornada de celebración y optimismo en el mundo de la cerámica. El delegado de la Junta en Talavera de la Reina, David Gómez, ha destacado el éxito de la convocatoria de ayudas al relevo generacional, que ha posibilitado la incorporación al mercado laboral de una veintena de nuevos alfaros y ceramistas.
Durante su visita a los alfares de los maestros artesanos Manolo Zabala, Juan Antonio Escobar, Belén de la Cal y la fábrica del barro Gónfer, David Gómez resaltó el valor y la importancia de la cerámica como un artículo de primera calidad. Además, el presidente de FRACAMAN, Robertor Perea, el presidente de la Asociación de Artesanos Ceramistas de El Puente del Arzobispo, Francisco Casas de la Cal, y la alcaldesa del municipio, Rocío de Castro Sánchez, estuvieron presentes en esta visita.
El Gobierno de García-Page ha sido el impulsor de esta iniciativa, destinando tres millones de euros a un programa pionero que es una referencia en España. Este apoyo al sector cerámico ha permitido la creación de veinte puestos de trabajo, con la perspectiva de alcanzar el centenar en los próximos ejercicios.
David Gómez subrayó la importancia de trabajar codo a codo con el sector, escuchando sus necesidades y colaborando en el prestigio y la expansión de la cerámica talaverana y de El Puente del Arzobispo. El objetivo es asegurar la pureza y la tradición ceramista ajustada a los cánones que han perdurado durante siglos.
La visita a los talleres de El Puente del Arzobispo dejó en evidencia la rentabilidad y la internacionalización que han logrado algunos artesanos, como es el caso de Manolo Zabala, Juan Antonio Escobar, Belén de la Cal o Gónfer. El compromiso del Gobierno regional es continuar trabajando intensamente junto al sector para asegurar un futuro próspero para la cerámica tradicional de la región.
En resumen, estas ayudas al relevo generacional y el apoyo decidido al sector cerámico por parte del Gobierno de García-Page demuestran que la cerámica es una fuente de creación de empleo y un atractivo para la mano de obra. El compromiso es claro: mantener las raíces y tradiciones, ajustándose a los requerimientos de la Unión Europea en materia de Indicaciones Geográficas Protegidas, para garantizar la pureza del proceso y el prestigio de la cerámica castellano-manchega.
