La Consejería de Desarrollo Sostenible ha declarado prioritario el proyecto de instalación de una planta de producción de materias primas circulares en el polígono La Nava de Puertollano, Ciudad Real, promovida por la mercantil Valogreene. La orden, publicada en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, detalla que esta instalación se dedicará al reciclaje de residuos industriales, incluyendo plásticos no reciclables y rechazos de gestores, mediante un proceso de pirólisis.
El objetivo principal de la planta es transformar estos residuos en aceite pirolítico y biochar, productos que serán comercializados. Asimismo, el gas no condensable generado en el proceso se empleará para satisfacer las necesidades térmicas y eléctricas de la instalación, fomentando así un modelo de economía circular.
La ejecución del proyecto está sujeta a la autorización de las administraciones pertinentes y debe realizarse conforme a la memoria presentada por la empresa, que incluye una inversión de 29.914.623 euros y la creación de 22 puestos de trabajo directos a jornada completa con carácter indefinido. Valogreene se ha comprometido a completar las inversiones y a cumplir con todas las condiciones en un plazo de dos años desde la obtención de los permisos necesarios.
La planta ocupará una parcela de 23.457 metros cuadrados y se prevé que inicie su construcción en los próximos meses. Con una inversión total de 35 millones de euros, financiada exclusivamente por Greene, la instalación tendrá capacidad para tratar 40.000 toneladas anuales de residuos industriales, contribuyendo así a la reducción de desechos en vertederos e incineradoras.
La tecnología innovadora de Greene Enterprise, que emplea un proceso termoquímico para descomponer residuos, es fundamental para este proyecto. Se estima que la planta producirá entre 8.500 y 10.500 toneladas anuales de aceite pirolítico, que se destinará a la fabricación de plásticos sostenibles, así como entre 4.000 y 5.000 toneladas de biochar, que servirá como combustible en diversas industrias.
Además, se proyecta que esta iniciativa ayudará a evitar la emisión de hasta 30.000 toneladas de CO2 al año en comparación con la incineración, lo que representa un avance significativo hacia la sostenibilidad y la reducción del impacto ambiental de los residuos industriales.