El Gobierno regional aprueba una nueva subvención para conocer el impacto del confinamiento domiciliario sobre la salud de los mayores

El Consejo de Gobierno dio el visto bueno en su reunión del martes al decreto para la concesión directa de una subvención a la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) para la realización del proyecto de investigación ‘Impacto del confinamiento domiciliario del COVID-19 sobre la salud de los adultos mayores: un “experimento natural” en España’.

La subvención, que asciende a 30.624 euros, es adicional a los 16,3 millones de euros con los que el Ejecutivo autonómico está apoyando la investigación en la Universidad regional, gracias a los cuales se están desarrollando 174 proyectos de investigación. Estos 16,3 millones suponen el 80 por ciento de los 20 que está dedicando el Ejecutivo autonómico a investigación científica en el período 2018-2022 para financiar un total de 230 proyectos.

Rosa Ana Rodríguez ha ofrecido una rueda de prensa en la Consejería de Educación, Cultura y Deportes para presentar este proyecto de investigación, en la que ha estado acompañada de dos de los principales responsables de la iniciativa, el catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Ignacio Ara Royo; y el jefe Servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario de Toledo-SESCAM, Francisco Jose Garcia-Garcia.

En sus declaraciones, la consejera de Educación, acompañada también del director general de Universidades, Ricardo Cuevas, ha explicado que con la financiación de este proyecto de investigación el Gobierno de Castilla-La Mancha contribuye decididamente al diseño, desarrollo e implantación de medidas de salud pública para responder eficazmente a la epidemia en curso de SARS-COV-2.

Los resultados de este proyecto permitirán caracterizar mejor el impacto de parte de la respuesta de salud pública frente al COVID-19 en ciertos grupos, así como sugerir medidas basadas en la evidencia para paliar algunos efectos nocivos que se hayan producido durante la cuarentena y que han vivido grupos concretos de especial vulnerabilidad.

Para llevar a cabo todo esto, más de 1.500 personas mayores de la región van a ser estudiadas a fin de poder evaluar los efectos que sobre este colectivo está teniendo la pandemia y poder implementar futuras políticas de salud pública sobre este colectivo.

Estas 1.500 personas pertenecen a dos cohortes diferentes de investigación: la cohorte EXERNET (UCLM), que está coordinada por Ignacio Ara Royo; y la cohorte Estudio Toledo Envejecimiento Saludable (SESCAM), que cuenta con la coordinación de Francisco Jose Garcia-Garcia.

Los dos grupos de investigación, UCLM y SESCAM, forman parte del Centro de Investigación Biomédica en Red de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES) del Instituto de Salud Carlos III (Ministerio de Ciencia e Innovación) y llevan colaborando de forma estrecha durante casi una década.

De los 20 grupos que componen el CIBERFES, ha concretado Rosa Ana Rodríguez, “en la actualidad 3 tienen su sede en Castilla-La Mancha — 2 en Toledo y 1 en Albacete –, lo que convierte a nuestra la comunidad autónoma en una de las regiones líder en investigación en el ámbito del envejecimiento activo y la fragilidad a nivel nacional”.

Financiación del proyecto

El 19 de marzo de 2020, el Instituto de Salud Carlos III convocó ayudas para la financiación de proyectos de investigación sobre el SARS-COV-2 y la enfermedad COVID19. De los proyectos presentados por Universidades y Centros de Investigación de Castilla-La Mancha, sólo dos recibieron una valoración favorable por parte del Instituto de Salud Carlos III, y uno en concreto, perteneciente al SESCAM, percibió financiación.

Por esto, ha concretado la consejera de Educación, el Gobierno de Castilla-La Mancha, consciente de la importancia capital de la ciencia y la innovación para combatir la epidemia, así como de la necesidad de que las diferentes instituciones involucradas actúen de forma coordinada, “tomó decisión de financiarlo”.

“Este proyecto tenía que realizarse por el interés en sí de la iniciativa”, ha destacado la consejera de Educación. “Pero también por las derivas que las políticas de envejecimiento activo pueden tener como consecuencia de los estudios tan serios y tan firmes de este estudio. Porque una vez conocidos los resultados se abrirán nuevos programas encaminados a la mejora de la calidad de vida de nuestros mayores”, ha finalizado.

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