Almodóvar del Campo, en Ciudad Real, se ha convertido nuevamente en un punto focal de la investigación arqueológica en Castilla-La Mancha. El Gobierno regional ha reafirmado su compromiso con la preservación del patrimonio a través del financiamiento del proyecto de investigación del santuario tartésico de Sisapo, localizado en el yacimiento de La Bienvenida. La viceconsejera de Cultura y Deportes, Carmen Teresa Olmedo, visitó el lugar el pasado 22 de octubre, acompañada de medios de comunicación, para detallar la subvención destinada a este importante proyecto, que cuenta con una inversión total de más de 35.000 euros, de los cuales la Junta ha aportado más de 20.000 euros.
El yacimiento de La Bienvenida, reconocido como la antigua ciudad de Sisapo, ha sido objeto de estudio arqueológico desde 1980. Desde 1995, ese trabajo ha estado alineado con el Plan de Excavaciones Sistemáticas de Castilla-La Mancha, generando un caudal de producción científica que ha sido clave para entender la historia del suroeste de la Meseta entre el siglo VIII a.C. y el VI d.C.
Actualmente, la investigación se enfoca en el área 4 del yacimiento, donde se encuentra el ‘edificio orientalizante’, considerado un santuario tartésico. Este complejo arquitectónico, descubierto en 2000, se sitúa en una plataforma elevada junto al kardo maximus, revelando una interesante estratigrafía que incluye fases de ocupación tanto romana como tartésica.
Las excavaciones realizadas entre 2016 y 2023 han permitido identificar un edificio de tipo panadería urbana y el santuario, que se presenta con impresionantes muros perimetrales construidos de mampostería de basalto y cuarcita, con una planta que abarca aproximadamente 175 metros cuadrados. Las fases más significativas de ocupación tartésica han sido datadas entre finales del siglo VII a.C. y mediados del VI a.C., confirmadas por análisis radiocarbónicos.
Uno de los descubrimientos más destacados ha sido el altar taurodérmico, que tiene paralelos en otros santuarios tartésicos y fenicios, además de estructuras rituales y una variedad de materiales que incluyen cerámica de gran calidad asociada al consumo ritual de vino. Estos hallazgos subrayan la relación comercial de Sisapo con el integrado circuito mediterráneo y sugieren que la ciudad fue fundamental para la explotación de recursos mineros en la región de Sierra Morena.
Carmen Teresa Olmedo destacó que el santuario tartésico de Sisapo no solo evidencia la penetración urbana en el interior de la península, sino que también marca el comienzo de un proceso temprano de iberización que culminaría con la cultura oretana. El proyecto de investigación de 2025 busca asegurar la continuidad de las excavaciones y la conservación de las estructuras, reforzando así la importancia de Castilla-La Mancha en la trama histórica del Tarteso.

















