El Gobierno está estudiando medidas para contener el precio de los alimentos y las va a presentar antes de que finalice el año, según ha señalado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en conversación informal con periodistas en el Congreso durante el 44 aniversario de la Constitución.
Así, ha indicado que el tercer paquete de medidas para contrarrestar las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania será ambicioso, contará con propuestas nuevas y la prórroga de otras que ya están en vigor.
El presidente ha señalado que el Gobierno está analizando cómo contener los precios de los alimentos, que son los que más están elevando la inflación, después de que el Ejecutivo ya pusiese en marcha varias iniciativas para contener el precio de los combustibles y de la energía.
Según los últimos datos de noviembre la inflación ha bajado alrededor de cuatro puntos en los últimos cuatro meses principalmente por la bajada del precio de los combustibles y de la energía. Por el contrario los alimentos siguen al alza y en octubre su tasa avanzó un punto, hasta el 15,4%, la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994. Destaca, especialmente, el encarecimiento de las legumbres y hortalizas, la carne, y la leche, el queso y los huevos.
Sánchez ha avanzado esta medida después de que fracasara el intento de topar los precios de la cesta de la compra a través de un acuerdo con las grandes cadenas de supermercados. Esta medida fue impulsada el pasado mes de septiembre por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.
LOS 20 CÉNTIMOS, PENDIENTES DEL PETRÓLEO
Respecto al descuento de 20 céntimos por litro de combustible, que expira el 31 de diciembre, fuentes del Gobierno señalan que están apurando hasta el último momento para decidir si lo prorrogan o no, porque la decisión del Ejecutivo depende del precio del barril de petróleo y la perspectiva de su evolución para los próximos meses.
Así indican que el precio actual es adecuado aunque existe la posibilidad de que países productores como Arabia Saudí reduzcan su producción, lo que provocaría un nuevo aumento del precio. Además descartan que esta medida, que actualmente beneficia por igual a todos los conductores, se pueda volver progresiva en función de los ingresos, por la imposibilidad de ejecutarlo y controlarlo.