El Consejo de Ministros ha dado luz verde este lunes a una línea de ayudas directas por un total de 200 millones de euros destinada a las explotaciones agrarias que han sufrido daños a causa de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que ha impactado en las últimas semanas. Estas ayudas están enfocadas, principalmente, en la Comunidad Valenciana, aunque también se extienden a áreas de Castilla-La Mancha y Andalucía.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció estas medidas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, subrayando que las ayudas están orientadas a asistir a aquellas explotaciones que, debido al daño sufrido, no puedan llevar a cabo la siguiente campaña con normalidad, o que experimenten pérdidas en su potencial productivo superiores al 40%.
Sánchez resaltó la notable contribución de los agricultores, quienes han estado activos en las localidades afectadas, participando en labores de asistencia a los vecinos con sus tractores, mientras el campo ha padecido serios daños como consecuencia de la DANA. «Ahora tenemos que ayudarles con la misma determinación que nuestros agricultores se han volcado con los vecinos en las zonas afectadas», afirmó el presidente.
Además de la línea de ayudas, el Gobierno ha establecido otra línea adicional de crédito ICO-MAPA-Saeca, con un monto de 60 millones de euros, destinada a agricultores y ganaderos. También se ha creado un programa para la reparación de infraestructuras agrarias, que incluirá el acondicionamiento de caminos, bancales y sistemas de regadío, por valor de 175 millones de euros, que será ejecutado por la empresa pública Tragsa.
El propósito de estas iniciativas es dosfold: acelerar la recuperación de la producción alimentaria y prevenir el abandono de la actividad agrícola, un factor crítico, especialmente en las zonas urbanas con pequeñas explotaciones agrícolas en sus periferias. «Nuestro objetivo es recuperar la producción de los alimentos cuanto antes», concluyó Sánchez.