En su primer año de vigencia, el Decreto de Orfandad por el cual el Gobierno de Castilla-La Mancha articuló la concesión de ayudas a menores en situación de orfandad como consecuencia de la violencia de género y a familiares en situación de dependencia de la mujer víctima mortal de esta violencia, ha amparado ya a un total de 11 menores; además, esta ayuda se hará extensiva a otras cinco criaturas en esta situación tras la ampliación de la norma.
Este Decreto 44/2019 vino a dar cumplimiento a una de las medidas más novedosas contempladas en la Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género en Castilla-La Mancha de 2018 y convirtió a la región en una de las pocas comunidades autónomas que contempla este tipo de ayudas con las que proteger a menores y personas dependientes que han quedado en una situación de gran vulnerabilidad.
“Hoy se cumple un año desde que el Gobierno de Castilla-La Mancha tomase una medida que nos hace sentir mucho orgullo y que es la puesta en marcha de las ayudas de orfandad para menores víctimas de la violencia machista. Sabemos que no hay nada que pueda reparar el daño de que te arrebaten a tu madre siendo una criatura, y te la arrebaten además de manera tan cruel como es un asesinato machista, pero para el Gobierno de Emiliano García-Page está claro que estas criaturas son una prioridad entre todas las prioridades, y por eso se puso en marcha este decreto”, ha explicado la consejera de Igualdad y Portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández.
Ampliación y perfeccionamiento del decreto
Recientemente, el Ejecutivo autonómico ha perfeccionado esta norma para dar cobertura al cien por cien de la casuística que se pueda plantear, “con el objetivo de que no quedara ninguna situación sin atender”, con palabras de la titular de Igualdad.
Esta modificación garantiza que puedan percibir las ayudas tanto menores cuyo domicilio y residencia efectiva estén fijadas en Castilla-La Mancha, aunque no fuera el de su madre, como menores que residan en otra comunidad autónoma pero cuyas madres sí tuviesen su última vecindad administrativa en algún municipio de Castilla-La Mancha.
Hasta ahora, las ayudas a menores en situación de orfandad se circunscribían a aquellos que residían en Castilla-La Mancha, siempre que el último domicilio de las madres también estuviese en la región. Sin embargo, se han detectado casos de menores cuyo domicilio sí está fijado en la comunidad, pero no el de sus madres, por lo que no podía ser perceptores de esta línea de ayudas, una situación que quedó paliada con la modificación del decreto el pasado mes de abril.
Por tanto, esta modificación que tiene carácter retroactivo, ha permitido dar cobertura a los que casos que inicialmente no habían quedado cubiertos.
“Sinceramente, este tipo de políticas son las que hacen que merezca la pena dedicarse a la política y pagar impuestos, porque entre toda la sociedad castellano-manchega les damos el ultimo colchón de seguridad a unas criaturas que pasan por una situación traumática, terrible, muy dura, y que desde luego no podemos dejar abandonadas”, ha concluido Blanca Fernández.