El Gobierno de Castilla-La Mancha fomenta la atención directa y el acceso a la autonomía de personas con sordoceguera.

El Gobierno de Castilla-La Mancha reafirma su compromiso con la inclusión de personas con sordoceguera, un colectivo que enfrenta dificultades únicas en su vida diaria. En un acto celebrado en el Museo Tiflológico de la ONCE en Madrid, la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, participó en la presentación de un cupón conmemorativo en honor al Día Internacional de las Personas con Sordoceguera.

Durante su discurso, Torijano subrayó la firme determinación del gobierno regional de no dejar atrás a nadie, afirmando que se deben garantizar igualdad de oportunidades y derechos para todos, independientemente de su discapacidad o lugar de residencia. La sordoceguera, que afecta a 126 personas en la región, requiere apoyos específicos que el gobierno ha comenzado a financiar en colaboración con la ONCE y la Fundación FOAPS.

La consejera destacó los esfuerzos del Grupo Social ONCE, junto con diversas entidades y administraciones, para atender a la población más vulnerable, superando las barreras que encuentran en su día a día. En este sentido, también se presentó la figura del Comisionado, destinada a visibilizar y potenciar la atención a las personas sordociegas.

Torijano hizo hincapié en la necesidad de establecer marcos legislativos que respalden estas iniciativas, como la Ley de Accesibilidad, que se busca aprobar en la legislatura actual. En 2024, el Gobierno de Castilla-La Mancha destinará más de 30.000 euros a programas de atención directa, destacando el Programa de Mediación Socioeducativa que beneficia a 12 personas en diversas entornos y el Servicio de Apoyo Comunicativo Personal, que proporcionará acompañamiento a 13 personas en sus actividades cotidianas.

Durante el evento, la consejera recibió una replica de Salamina como símbolo de agradecimiento de una mujer sordociega de Cuenca, así como una camiseta solidaria cuya recaudación se destinará a financiar más horas de mediación profesional a través de la Fundación ONCE.

Este acto no solo buscó visibilizar las necesidades del colectivo sordoceguera, sino también reconocer el valor de quienes conviven con esta discapacidad, enfatizando así la importancia de movernos hacia una sociedad más accesible e inclusiva para todos.

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