La Escuela de Protección Ciudadana del Gobierno de Castilla-La Mancha impartió este fin de semana en Ciudad Real un curso acerca del uso del desfibrilador para voluntarios de agrupaciones de Protección Civil de la provincia.
Es uno de los siete cursos programados que se imparten a lo largo del año en la provincia de Ciudad Real, en el marco del Plan General de Formación diseñado por Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas a través de la Escuela de Protección Ciudadana, con el objetivo de acercar la formación a los voluntarios, y así evitar en la medida de lo posible su desplazamiento a Toledo.
El delegado de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas en Ciudad Real, Francisco Pérez Alonso, que fue el encargado de la bienvenida a los alumnos en nombre del Gobierno de Castilla-La Mancha, les transmitió “el apoyo incondicional del Gobierno de Emiliano García-Page en la labor que llevan a cabo en su actividad diaria de ayuda a la ciudadanía, desde los valores de altruismo y solidaridad”.
A su vez, destacó la importancia de la formación “somos conscientes de que la formación es un elemento imprescindible, a fin de que su colaboración con los profesionales en las situaciones de emergencia pueda ser realizada con toda garantía de éxito” y sobre todo el uso del desfibrilador, “que puede salvar una vida en una situación límite”, ha puntualizado.
Pérez Alonso, que asistió a la inauguración del curso acompañado de la delegada Provincial de Cruz Roja en Ciudad Real, Rosario Lafuente, destacó la colaboración que la ONG mantiene, en forma continuada, con el Gobierno de Castilla-La Mancha a través de distintos convenios y, en particular en este caso, en la organización para impartir el curso, aportando los ponentes que imparten el mismo.
Dentro del apoyo del Gobierno regional, el delegado provincial de Hacienda y Administraciones Públicas, puso en relieve la inversión que por parte del Ejecutivo de Emiliano García-Page se viene realizando para adquirir uniformes y medios materiales a distintas agrupaciones de voluntarios con el ánimo de mejorar el desarrollo de sus funciones, y que en los últimos cinco años supera la cifra de 1,3 millones de euros “consiguiendo con ello que la prestación de sus servicios se haga con la suficiente garantía en el objetivo de una mejora continua en la calidad del importante servicio que prestan a la ciudadanía”.
En el curso participaron alumnos procedentes de las Agrupaciones de Voluntarios de Alcázar de San Juan, Almagro, Cózar, Miguelturra, Tomelloso, Valdepeñas, y Villarrubia de los Ojos, así como de la Diputación Provincial, y tiene como objetivo posibilitar la acreditación de los carnets que habilitan a los voluntarios para utilizar en caso necesario el desfibrilador.
