El Gobierno de Castilla-La Mancha ha expresado su rechazo «de manera rotunda» a los «mensajes de odio» difundidos por Vox durante las sesiones en las Cortes regionales. La consejera y portavoz del Gobierno, Esther Padilla, destacó que esos discursos no reflejan la realidad de la sociedad en la región.
Frente a la Cámara, Padilla afirmó que «en nuestra tierra defendemos la convivencia, la dignidad de las personas y la protección de los más vulnerables», principios que considera fundamentales para la democracia. Sus declaraciones se produjeron tras las afirmaciones del presidente del Grupo Parlamentario Vox, David Moreno, quien señaló que el presidente regional, Emiliano García-Page, sería el «responsable directo» de posibles agresiones sexuales cometidas por migrantes.
La consejera enfatizó que «la seguridad se garantiza desde la ley, no desde discursos que buscan dividir». Lamentó la seriedad de que tales afirmaciones provengan de instituciones, lo cual, según Padilla, desvirtúa los principios democráticos. Subrayó la criminalización de colectivos vulnerables, como los inmigrantes, quienes «solo buscan una vida mejor».
Padilla también expresó su preocupación por la posibilidad de que la extrema derecha intente replicar en Castilla-La Mancha situaciones similares a las ocurridas en Torre Pacheco, Murcia. Advirtió que buscarán cualquier oportunidad para propagar sus discursos.
Para abordar esta situación, la consejera reveló que se ha solicitado a la Mesa de las Cortes que analice los hechos y estudie medidas para prevenir que tales situaciones se repitan, con el objetivo de resguardar el bienestar de todos los ciudadanos y asegurar que las instituciones continúen siendo espacios de entendimiento.
Finalmente, Padilla reafirmó que el Gobierno regional no permitirá el uso de discursos de odio que fragmenten la sociedad castellanomanchega, que define como «tolerante, amable y unida». Concluyó que el Ejecutivo persistirá en su labor para fomentar la convivencia y el respeto en la región.