El incremento beneficiará a 2,4 millones de trabajadores, pero la falta de adaptación fiscal generará retenciones en la nómina
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 1.184 euros en 14 pagas a partir de 2025. Este aumento, que supone una subida del 4,4% respecto al año anterior (50 euros más al mes y 700 euros más al año), beneficiará a 2,4 millones de trabajadores, especialmente mujeres y jóvenes.
Sin embargo, la medida ha generado controversia debido a que el Ministerio de Hacienda ha decidido no adaptar el umbral del IRPF a esta subida, lo que significa que por primera vez el SMI estará sujeto a tributación.
Impacto del incremento del SMI: ¿Quiénes se benefician?
Según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, la subida del SMI impactará principalmente en sectores con mayor precariedad salarial:
- 65,8% de los beneficiarios son mujeres.
- 26,8% tienen entre 16 y 24 años.
- 31% de los beneficiados pertenecen al sector agrícola, 14,3% a los servicios, 5,9% a la industria y 3,4% a la construcción.
Desde el Gobierno, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha defendido la medida como un avance en la lucha contra la desigualdad:
«Desde 2018 hasta 2025, el SMI ha subido un 61%, mientras que la inflación solo ha crecido un 23%. Esto significa que los trabajadores han ganado un 38% de poder adquisitivo. Es una herramienta fundamental para reducir la pobreza laboral.»
El IRPF entra en juego: Hacienda mantiene la tributación
El aspecto más polémico de la subida es la decisión del Ministerio de Hacienda de no ajustar el mínimo exento de tributación en el IRPF. Hasta ahora, cuando el SMI aumentaba, el mínimo exento del impuesto sobre la renta se adaptaba para evitar que los trabajadores de menor renta vieran reducidos sus ingresos por retenciones fiscales.
Esta vez, el departamento que dirige María Jesús Montero ha decidido mantener el umbral actual, lo que implica que los trabajadores con SMI comenzarán a ver retenciones en sus nóminas.
El debate político no se ha hecho esperar. Desde Sumar, partido de la vicepresidenta segunda, han exigido a Hacienda que revierta la decisión, asegurando que afecta directamente a las rentas más bajas.
«Es inaceptable que el esfuerzo fiscal recaiga en los que menos tienen, mientras las grandes empresas tienen beneficios récord. La justicia fiscal debe empezar por arriba, no por abajo.», criticó Díaz.
Por su parte, fuentes del Ministerio de Hacienda justifican la decisión alegando que el sistema fiscal debe ser progresivo y sostenible, y que reducir el umbral exento impactaría en la recaudación destinada a servicios públicos.
División en el Gobierno y reacción de los sindicatos
El conflicto entre Trabajo y Hacienda ha generado tensión dentro del Ejecutivo. Mientras la vicepresidenta Díaz presiona para que se rectifique, desde el PSOE no han mostrado intención de modificar la medida.
Los sindicatos también han expresado su desacuerdo con la tributación del SMI. Tanto CCOO como UGT han pedido que se ajuste el IRPF para evitar que los trabajadores con menor sueldo vean reducido su poder adquisitivo.
Además, han advertido que, si Hacienda no corrige la situación, podrían convocar movilizaciones para exigir una reforma fiscal más justa.
El sector empresarial advierte sobre el impacto en la contratación
Mientras los sindicatos celebran el incremento del SMI como una victoria para los trabajadores, las patronales CEOE y Cepyme han expresado su preocupación por el impacto que tendrá en las pequeñas empresas y autónomos.
Desde el sector empresarial alertan de que un incremento del coste laboral sin medidas de compensación podría provocar despidos o reducción de contratación, especialmente en sectores con márgenes ajustados, como la hostelería y la agricultura.
A pesar de ello, los economistas subrayan que un SMI más alto puede beneficiar al consumo, ya que los trabajadores con menor salario suelen destinar la mayor parte de sus ingresos al gasto, impulsando así la demanda interna.
Hacia una nueva regulación del SMI
Además del incremento salarial, el Gobierno ha acordado con los sindicatos la creación de una Mesa de Diálogo Social que abordará cambios estructurales en la regulación del SMI. Entre los puntos a tratar se incluyen:
- Fijar por ley que el SMI represente al menos el 60% del salario medio.
- Actualizar automáticamente el SMI en función del coste de vida.
- Regular la aplicación del SMI en los convenios colectivos para evitar salarios inferiores.
- Adaptar la cuantía del SMI a la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales.
Conclusión: un avance empañado por la fiscalidad
El aumento del Salario Mínimo Interprofesional a 1.184 euros es un nuevo hito en la política laboral del Gobierno, pero la decisión de Hacienda de no ajustar el IRPF ha generado polémica y ha abierto un debate sobre la justicia fiscal en España.
El Ejecutivo deberá afrontar las presiones sindicales y políticas en los próximos meses, mientras se estudian posibles modificaciones legislativas que permitan compensar el impacto de la tributación en los trabajadores con menores ingresos.
vía: Noticias financieras