El Futuro Sin Refugios: Cuando la Inmigración Ilegal Desaparece

La situación en la frontera sur de Estados Unidos ha cambiado drásticamente en los últimos dos años. Hace apenas un tiempo, el sector de El Paso era un punto crítico donde los agentes de la Patrulla Fronteriza se enfrentaban a un promedio de 1,500 encuentros diarios con inmigrantes ilegales. Sin embargo, tras las políticas implementadas por la administración del expresidente Donald J. Trump, estos números han disminuido a aproximadamente 80 encuentros diarios.

Este cambio radical ha impactado de manera significativa a diversas organizaciones que históricamente han facilitado la llegada y el albergue de inmigrantes indocumentados. Con la disminución del flujo migratorio, muchas de estas entidades se están enfrentando a la dura realidad de que ya no es necesario ofrecer refugio a los migrantes. Un reportero local destacó que “es porque los migrantes no están cruzando la frontera en este momento”.

Las estadísticas son reveladoras. Según Catholic Charities, el refugio en McAllen, Texas, que alguna vez estuvo abarrotado, ahora reporta entre “cero y tres familias” en un día típico, lo que ha llevado a la organización a reducir su personal en Dallas debido a la falta de necesidad. Asimismo, un centro en Brownsville ha cerrado sus puertas por la “súbita disminución en los solicitantes de asilo” registrada en el último mes.

En El Paso, una red de refugios que solía albergar a miles de migrantes ahora informa que solo uno o dos de sus 20 albergues permanecerán abiertos. Las localidades al norte de la frontera también están viendo resultados similares; en Pima County, Arizona, se han cerrado dos refugios debido a la baja demanda que siguió a la inauguración de Trump. En San Diego, un albergue ha informado no haber recibido a ningún migrante desde que el expresidente asumió el cargo, lo que ha llevado a su cierre definitivo.

Incluso en Nueva York, donde una red de refugios que antes albergaba a miles de inmigrantes, gran parte de su infraestructura ha sido desmantelada. La corriente de migrantes que busca ingresar a Estados Unidos se ha reducido drásticamente, según informes de medios locales en el norte de México, donde instalaciones que una vez albergaron a miles ahora apenas ven un pequeño porcentaje de esa cifra.

Este panorama refleja un cambio radical en la política migratoria estadounidense y sus repercusiones en la vida de miles de inmigrantes y en las organizaciones de asistencia que una vez estaban en primera línea para ayudarles. Con la disminución de las llegadas, la cuestión que se plantea ahora es el futuro de estos refugios y el bienestar de aquellos que aún buscan una nueva vida al otro lado de la frontera.

Fuente: WhiteHouse.gov

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