El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, mostró su optimismo y confianza en el futuro de la región durante la toma de posesión del nuevo delegado de la Junta en la provincia de Toledo, Álvaro Gutiérrez. García-Page afirmó que en cuatro años habrá más empresas, más empleo y muchos más desarrollos en la región, lo que augura un futuro bastante esperanzador.
En el evento, el presidente estuvo acompañado por los dos vicepresidentes de la Junta, José Luis Martínez Guijarro y José Manuel Caballero, y aprovechó para reconocer la trayectoria política y profesional del nuevo delegado, al tiempo que elogió la gestión realizada por su predecesor, Javier Úbeda.
Garantizando que no habrá sectarismo en su gobierno, García-Page afirmó que lo que más le interesa es convertir a Castilla-La Mancha en una comunidad de afectos. Además, reivindicó que los altos cargos de la región deben ser accesibles, cercanos y fomentar la normalidad. Asimismo, exigió que los delegados de la Junta en cada una de las cinco provincias sean los interlocutores preferentes con los ayuntamientos.
El presidente hizo hincapié en la importancia de la gestión del agua, lamentando que muchos responsables públicos hayan hablado muy poco sobre el tema. Criticó a aquellos que no han adquirido un compromiso claro respecto al trasvase Tajo-Segura y enfatizó que es necesario dar respuesta a este asunto.
En cuanto a sus proyectos y compromisos para la región, García-Page afirmó que serán su hoja de ruta, independientemente de lo que ocurra en futuras elecciones. Destacó que están a disposición de la gente y expresó su esperanza de que los proyectos en marcha no se vean truncados, ya que se juegan mucho en el desarrollo y crecimiento de la región.
En relación a la situación nacional, García-Page defendió que España adquiera una mirada más amplia, que incluya tanto lo atlántico como lo mediterráneo, lo cual beneficiaría especialmente a comunidades como Castilla-La Mancha. Destacó los beneficios que ya se están experimentando en corredores industriales como el del Henares en Guadalajara y el de La Sagra en Toledo.
El presidente resaltó la estabilidad institucional presente en Castilla-La Mancha y aseguró que no ejercerán como oposición a ningún otro gobierno en España. Concluyó reafirmando su compromiso con el desarrollo y progreso de la región y su confianza en que el futuro será prometedor.
