En un episodio cargado de emociones y tensiones en el plató de «GH Dúo 2», Adara Molinero protagonizó un intenso enfrentamiento verbal con Álex Ghita, poniendo de manifiesto la compleja relación que ambos han mantenido dentro y fuera del famoso reality. La discordia surgió después de que Ghita, al participar en la sección titulada la curva de toda su vida, hiciera varias menciones sobre su relación con Molinero, lo que evidentemente no fue del agrado de la exparticipante de «Supervivientes All Stars».
La presencia de Molinero en la edición actual del programa se había anunciado como uno de los atractivos centrales, en parte, por la inclusión de su último exnovio entre los concursantes que residen actualmente en la casa de Guadalix de la Sierra. La ocasión para Ghita de compartir los momentos más impactantes de su vida se transformó en el epicentro de la controversia, especialmente por enfocarse en su tiempo con Molinero. A pesar de compartir una narración desgarradora sobre las dificultades enfrentadas durante su infancia, su hambre y la búsqueda de un refugio seguro al lado de su madre, fue su mención a Molinero lo que encendió la mecha.
«¡Ocho meses de mierda! Lo que están dando de sí ocho meses. Me persiguen continuamente y no para de contar intimidades. ¡Que deje de hablar de mí!», exclamó Molinero, visiblemente alterada, tras acusar a Ghita de centrar excesivamente su relato en su relación. Las acusaciones de Molinero no se detuvieron allí, ya que también criticó a Ghita por insinuar que ella estaba desesperada por tener un hijo con él, cuestionando su atractivo y valor como persona y concursante, hasta el punto de calificarlo de «despojo humano».
El desencuentro se agravó ante las cámaras de Telecinco, provocando que Ion Aramendi, el presentador, tuviera que intervenir para calmar la situación. No obstante, Molinero mantenía firme su postura, argumentando su derecho a defenderse de los comentarios y las narrativas propuestas por Ghita, especialmente después de haber participado en una entrevista exclusiva en «De Viernes», donde ya había abordado temas relacionados con Ghita.
La tensa interacción entre Molinero y Ghita pone de relieve el drama y las complejidades inherentes a las relaciones personales que a menudo se magnifican bajo el escrutinio público y la presión del entorno de un reality show. Este episodio, lejos de calmar las aguas, parece haber avivado aún más la llama de un conflicto que continúa capturando la atención de la audiencia y planteando interrogantes sobre la naturaleza del amor, la fama y la personalidad en el contexto de la fama televisiva.