El Real Oviedo afronta un nuevo reto tras la lesión de Ilyas Chaira, y todas las miradas se centran en Josip Brekalo, el extremo croata que podría aprovechar la oportunidad para ganarse un lugar en el once de Paunovic frente al Getafe
El fútbol, como la vida, se empeña en recordarnos que la desgracia de unos puede convertirse en la esperanza de otros. La lesión de Ilyas Chaira, ese esguince traicionero en el tobillo izquierdo, no solo lo ha apartado de los entrenamientos en El Requexón, también ha dejado un vacío en el esquema del Real Oviedo. Un hueco que, irónicamente, puede ser la puerta de entrada para quienes llevaban tiempo aguardando la oportunidad de convertirse en protagonistas.
Veljko Paunovic se enfrenta a un dilema que todo entrenador conoce bien: improvisar sin perder equilibrio. Porque Chaira no era únicamente un nombre en la alineación; era chispa, desborde, un factor de desequilibrio. Y ahora, en su ausencia, se enciende el debate inevitable. ¿Quién recogerá el testigo? La respuesta parece tener acento croata.
Brekalo, de suplente discreto a candidato inevitable
Josip Brekalo, fichaje veraniego del conjunto azul, ha pasado semanas en la penumbra del banquillo, apareciendo solo como actor secundario frente al Real Madrid y la Real Sociedad. Sin embargo, la lesión de Chaira lo ha colocado de golpe en el centro del escenario. Todo apunta a que el Coliseo Alfonso Pérez, ante el Getafe, será el teatro de su estreno como titular. La paradoja es deliciosa: el infortunio de un compañero puede ser la chispa que lo catapulte a una nueva dimensión.
Con 27 años y una carrera regada de escalas en varias ligas europeas, Brekalo no llega precisamente como aprendiz. Ambición no le falta; ansía borrar de su expediente la incómoda etiqueta de “jugador de rotación” para vestir, al fin, el traje de líder ofensivo. Quizás este sábado no solo se juegue un partido; se juegue también su legitimidad en el fútbol español.
La polivalencia como salvavidas
Uno de los encantos de Brekalo reside en su capacidad para adaptarse como un camaleón al entorno. Prefiere la izquierda, sí, donde su juego fluye con naturalidad, pero también ha probado suerte en la derecha tanto en clubes como en la propia selección croata. Esa versatilidad, tan valiosa en el tablero táctico de Paunovic, lo convierte en un recurso inmediato, casi un seguro de emergencia, para un Oviedo que no puede permitirse titubeos.
El propio Paunovic parece confiar en esa mezcla de experiencia y plasticidad. Aunque no lo haya dicho con todas las letras, los gestos apuntan a Brekalo como la elección lógica. Y quizás este encuentro frente al Getafe, más que un simple trámite liguero, funcione como un rito de paso: el momento en que el croata deje de ser una promesa latente para convertirse en una realidad tangible. Porque en el fútbol, como en la vida, las oportunidades no esperan dos veces.
