El estudio de las enfermeras del Servicio de Neumología de la Gerencia de Alcázar de San Juan revela el impacto de las nuevas tecnologías en la calidad del sueño.

El Servicio de Neumología de la Gerencia de Alcázar de San Juan, un departamento del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha publicado recientemente en la Revista Española de Salud Pública del Ministerio de Sanidad un artículo titulado «Estudio transversal sobre hábitos de sueño y nuevas tecnologías en estudiantes de ciclos formativos». El objetivo del estudio es evaluar la relación entre el uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (ITC) y la calidad del sueño en jóvenes estudiantes.

La investigación, liderada por las enfermeras Sonia Almodóvar y Eugenia Núñez del Servicio de Neumología del Hospital Mancha Centro, junto con Estefanía Castellanos, enfermera docente del IES ‘Juan Bosco’, y los investigadores Ángel Arias y Antonio Tejera del Servicio de Investigación, Docencia y Formación (IDF) de esta área sanitaria, ha sido presentada en diferentes fases en encuentros como la I Jornada de Investigación Sanitaria IDISCAM y en el XIII Congreso de la Sociedad Castellano Manchega de Patología Respiratoria (SOCAMPAR), donde obtuvo el primer premio a la mejor comunicación.

El estudio observacional incluyó a 286 estudiantes de ciclos formativos de un Instituto de Educación Secundaria de Alcázar de San Juan, con una media de edad de 22 años, a los que se les realizó una encuesta sobre hábitos de vida y uso de nuevas tecnologías, además de diferentes variables relacionadas con el sueño y evaluado mediante el índice Pittsburgh, un método que mide la calidad del sueño.

Los resultados han mostrado que más del 51,7% de los estudiantes presentaban una mala calidad de sueño que se puede asociar a posibles trastornos, siendo significativamente más frecuente en mujeres que en hombres (63,6% en mujeres). Los principales factores que se asocian a una alteración en el sueño son el uso del teléfono móvil acostado y sin luz, el uso del móvil en mitad de la noche y el consumo de tabaco y alcohol. Estos malos hábitos pueden llegar a duplicar el riesgo de tener un mal descanso. Por otro lado, realizar deporte o mantener una actividad física adecuada (dos o tres veces por semana) se ha identificado como un factor que mejora notablemente la calidad del sueño.

Los investigadores de la Gerencia de Alcázar de San Juan recogen también que sólo el 53,8% de los jóvenes hace deporte dos o tres veces por semana, siendo ese porcentaje menor en mujeres, y que utilizan el teléfono móvil una media de más de 40 horas semanales, siendo las mujeres las que superan las 56 horas. Además, el 93,7% de los encuestados utiliza el móvil antes de acostarse, el 75% lo utiliza ya en la cama y sin luz y el 28,7% lo hace si se despierta en mitad de la noche.

Sonia Almodóvar y Eugenia Núñez, autoras de este artículo, destacan «la importancia de este estudio radica en el aumento generalizado del uso de este tipo de dispositivos y sus implicaciones». Por ello, abogan por el desarrollo de programas y campañas educativas sobre el uso responsable de estas nuevas tecnologías y, al mismo tiempo, motivar a las familias para que fomenten en los hogares estilos de vida saludables, practicando actividades deportivas y controlando el uso de los medios tecnológicos.

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