En la búsqueda de un hogar acogedor y funcional, uno de los elementos más importantes a considerar es la disposición del mobiliario, especialmente la ubicación del sillón. Expertos en diseño de interiores han destacado que uno de los errores más frecuentes que cometen los propietarios es colocar el sillón contra una pared incorrecta, lo cual acarrea problemas estéticos y funcionales.
Este error no solo afecta la estética del espacio, sino que también interfiere en la dinámica de la habitación. Al situar el sillón lejos de zonas claves de interacción, como la de conversación o la televisión, se crea una barrera que impide una circulación fluida y mejor conexión entre los usuarios. Laura Martínez, diseñadora de interiores con más de diez años de experiencia, subraya: “Es fundamental pensar en la funcionalidad del espacio y en cómo se usarán los muebles”.
Colocar un sillón en una pared inadecuada puede reducir el flujo natural del espacio y crear áreas desperdiciadas. Además, un sillón mal situado puede generar incomodidad para el usuario, que deberá adoptar posturas poco ergonómicas o girarse de manera forzada para interactuar con otros elementos de la habitación.
Para evitar este fallo y maximizar la funcionalidad del salón, los expertos recomiendan determinar primero cómo se utilizará la habitación. Ya sea para recibir visitas, ver televisión o simplemente relajarse, cada actividad puede requerir una disposición diferente del mobiliario. Un consejo práctico es invertir en buena iluminación y en muebles que faciliten la conversación, como mesas auxiliares que complementen el sillón.
Asimismo, se sugiere colocar el sillón de forma que mire hacia los puntos focales de la habitación y considerar la posibilidad de formar agrupaciones de asientos para fomentar la interacción. La inclusión de elementos como una alfombra también puede ayudar a definir el área y aumentar la sensación de acogimiento.
Corregir este error común en la disposición de los sillones no solo mejora la estética del espacio, sino que también incrementa el confort y la funcionalidad de la sala de estar. Con planificación y creatividad, cada hogar puede convertirse en un refugio que invite a la convivencia y al disfrute.

















