El Equipo de Atención Psicosocial de Cuidados Paliativos del Hospital de Toledo, volcado en la atención emocional de los pacientes y sus familiares

El Equipo de Apoyo Psicosocial de Cuidados Paliativos del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha realizado desde el inicio de la pandemia una labor esencial de apoyo emocional a todos los pacientes paliativos y sus familiares, amortiguando en la medida de lo posible las necesidades psicológicas.

La doctora Inmaculada Raja, coordinadora de la Unidad de Cuidados Paliativos del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, explica que actualmente se realiza el seguimiento del proceso de duelo de todos los familiares de pacientes paliativos que han fallecido durante la pandemia, ya que se ha generado un mayor número de “duelos patológicos”.

Para la doctora Inmaculada Raja, “esta situación ha alterado el funcionamiento normal de la atención al paciente paliativo y a sus familias por lo que en la actualidad nos vemos en la necesidad de incrementar el apoyo emocional  porque ayudan a reducir los niveles de malestar emocional y ansiedad, a resolver dudas y a facilitar una mejor elaboración del duelo posterior”.

Desde el año 2008

El Equipo de Apoyo Psicosocial de Cuidados Paliativos del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo ha atendido a más de 14.000 personas desde su puesta en marcha hace doce años, gracias a la colaboración del Gobierno de Castilla-La Mancha con la Fundación La Caixa, a través del programa de atención integral a personas con enfermedades avanzadas y sus familiares.

Desde esa fecha, 5.754 pacientes y 8.538 familiares han recibido apoyo del equipo coordinado por la doctora Inmaculada Raja y compuesto por tres psicólogas y una trabajadora social. Además, más de 500 familiares han sido atendidos en el programa de duelo.

La doctora Inmaculada Raja explica desde la experiencia en estos años de funcionamiento que «cuando una persona llega al final de su vida, después de una larga y penosa enfermedad, le invade el miedo. Por eso, cada uno de los miembros del equipo intentamos llenar de calidad de vida y de calidez humana, el proceso que vive el enfermo paliativo y su familia porque nuestro papel fundamental es el de acompañar y aliviar todo el sufrimiento que puede generar este periodo de la enfermedad”.

Por todo ello, este servicio ha contribuido a mejorar, si cabe, la calidad de la atención integral a  estos pacientes y sus familias que ya eran previamente atendidos por la Unidad de Cuidados Paliativos del Complejo Hospitalario de Toledo.

“Los resultados numéricos asistenciales son muy buenos, pero lo son mucho más las huellas que todos esos pacientes y sus familiares han dejado en los profesionales de la Unidad, al acompañarlos a realizar ese camino hacia el final»,  explica la coordinadora del programa.

Programa psicosocial

La puesta en marcha de este Equipo Psicosocial se debe a la implicación de la Fundación La Caixa, que en el año 2008, consciente de la necesidad creciente de atención psicosocial a los pacientes paliativos, pone en marcha, promueve e impulsa el Programa para la atención integral a personas con enfermedades avanzadas y sus familiares, junto con la gestión del equipo y el apoyo que realiza la Fundación Instituto San José en el caso del equipo de Toledo.

El Programa de Atención Integral a personas con enfermedades avanzadas y sus familiares, en el que está incluido este equipo, junto con otros 41 equipos psicosociales distribuidos por las diferentes comunidades autónomas, es un Programa avalado por la OMS en el ámbito de los Cuidados Paliativos.

Los usuarios de este programa son los pacientes oncológicos y no oncológicos con enfermedad avanzada, que son derivados a la unidad hospitalaria, a los equipos domiciliarios de Cuidados Paliativos o a la Unidad socio-sanitaria para pacientes con enfermedad oncológica avanzada de la Residencia de Barber del Gobierno de Castilla-La Mancha.

El Programa de Atención Integral a personas con enfermedades avanzadas y sus familiares se desarrolla a través de cuatro ejes fundamentales: la intervención psicoemocional, social y espiritual en diferentes niveles de complejidad, tanto para los pacientes, como para los familiares; la atención al duelo, cuando el enfermo ya ha fallecido y que se realiza sobre el cuidador principal; y el desarrollo de una red de voluntariado para los pacientes paliativos que, además, sirve de apoyo a los equipos de Cuidados Paliativos para prevenir el Síndrome de Burnout, o de desgaste profesional.

Desde el inicio del Programa en noviembre del 2008, se han realizado 17.338 intervenciones psicosociales sobre pacientes y 20.242 intervenciones psicosociales sobre familiares, lo que da idea de la potencia del programa. Además, se han  llevado a cabo 2.354 intervenciones en atención al duelo gracias al Equipo de Apoyo Psicosocial, tanto en forma de atención individual como grupal.

Hay que señalar, que desde hace más de dos años, y de manera novedosa con respecto al resto de los 41 equipos del programa, el Equipo Psicosocial de Toledo realiza además la atención al duelo perinatal en el Complejo Hospitalario Universitario de Toledo. Esta atención está teniendo unos resultados de satisfacción excelentes entre los padres y madres que la han recibido.

En cuanto al Síndrome de Burnout, o de desgaste profesional, el equipo psicosocial está desarrollando una serie de talleres basados en el autocuidado de los profesionales sanitarios que se dedican a atender el final de la vida y que van desde sesiones de mindfulness, risoterapia o gestión del estrés emocional. En el momento actual, tras todo lo vivido, se va a llevar a cabo, además, un taller de gestión de estrés postraumático para sanitarios, ya que en este colectivo el desgaste profesional está siendo en este momento mucho más acusado.

Asimismo, el programa ha desarrollado a través de este Equipo Psicosocial una amplia labor de voluntariado para visitar a los pacientes con enfermedad avanzada, que se encuentran ingresados en la Unidad de Cuidados Paliativos del Complejo Hospitalario y en la Unidad socio-sanitaria para pacientes con enfermedad oncológica avanzada de la Residencia Barber, con el fin de poder paliar la soledad al final de sus vidas.

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