Un Matrimonio Por Conveniencia: La Verdad Oculta Tras el Enlace de Rafael y Úrsula
A primera vista, el anunciado matrimonio entre Rafael con Úrsula en Valle Salvaje, parece una celebración más de la alta sociedad del lugar. Sin embargo, tras esa apariencia se encuentra una verdad bastante más oculta. «Rafael no se casa por amor sino por miedo.» Esta es una de las claves que sólo manejan unos pocos, y que de ser revelada, desquiciaría todas las relaciones sociales que tienen lugar en Valle Salvaje. Adriana, completamente aturdida, no entiende cómo es posible que su aquel amor que la dejó abandonada y dolida haya optado por la prima, la ambiciosa Úrsula.
Su encuentro es inmediato y visceral: se lo encuentra cara a cara y lo confronta buscando la explicación, buscando una rendija por la que asomarse a la verdad. En el fondo, Rafael elegía ampararla bajo la mentira. No puede confesarle que su prima lo tiene acorralado, que un chantaje lo ha forzado a mantener lo poco que le queda en pie tras los terremotos de la última época sentimental.
«Proteger a Adriana se ha convertido en la obsesión de Rafael, aunque eso le cueste su propia felicidad.» Lo que para muchos parece ser una boda conveniente o incluso esperada, para él constituye una especie de condena autoimpuesta para evitar un daño mayor. Irónicamente, por mucho que quiera salvarla, más cerca está de perderla para siempre.
De hecho, junto a él las reacciones de su entorno más cercano son de lo más variado. Victoria y José Luis aparentan satisfacción, pero en sus ojos se deslizan dudas y fricciones. Pero quienes celebran de forma genuina el anuncio son Úrsula, la futura esposa, y Julio, cuyo interés en esta unión va mucho más allá de lo sentimental. En ese círculo familiar y cercano, lo que se pone en juego no es el amor, sino el poder.