El enigma de los vehículos eléctricos abandonados en China

China, conocida por ser pionera en tecnologías verdes y sostenibles, ha sorprendido al mundo con una extraña y desoladora vista: miles de vehículos eléctricos amontonados y abandonados en las afueras de la ciudad de Hangzhou. Según Bloomberg, estas áreas parecen enormes parkings en medio de la nada, llenos de automóviles eléctricos, plantas salvajes y escombros.

Estos vehículos pertenecían en su mayoría a empresas de transporte. Sin embargo, con el tiempo, ya sea por la obsolescencia de los modelos o el fracaso de dichas empresas, estos coches dejaron de ser utilizados. Lo curioso es que, pese al compromiso del gobierno chino de gestionar estos vehículos abandonados, tras cuatro años aún pueden verse enormes acumulaciones en distritos como Yuhang y West Lake. Muchos de estos autos presentan síntomas de ser relativamente recientes, con pegatinas relacionadas con la pandemia del covid, y la mayoría fueron matriculados antes de 2018.

China inició su carrera hacia los vehículos eléctricos en 2010, estimulada por subvenciones gubernamentales y políticas en contra de vehículos de alto consumo. Este impulso llevó a muchos empresarios a aventurarse en la industria del vehículo eléctrico. Actualmente, China es el principal productor mundial de estos coches, con una producción que supera los 6 millones anuales.

Sin embargo, este éxito tiene una cara B. La intensiva producción de estos vehículos implica un aumento de emisiones. Además, las baterías de estos autos, que contienen metales como níquel, litio y cobalto, podrían reciclarse para hacer la industria más sostenible.

Un reciente video viral, publicado por el youtuber Serpentza, mostró el impresionante panorama de estos cementerios de vehículos eléctricos. Modelos de marcas como Geely Kandi K10 EV, Neta V y BYD e3 descansan abandonados, acumulando polvo y con el interior prácticamente nuevo. Este material gráfico ha reavivado la polémica sobre las cifras de ventas en el país, sugiriendo que muchas de las matriculaciones pueden ser simplemente para beneficiarse de ayudas gubernamentales.

La acumulación de baterías en estos «cementerios» también es motivo de preocupación debido al potencial daño medioambiental. No es la primera vez que se ve algo similar en China: hace años, bicicletas eléctricas también acabaron en enormes cementerios.

Una marca particularmente destacada en el video es BYD, que ha experimentado un crecimiento vertiginoso en los últimos años. Aunque se ha convertido en líder de ventas en el mercado chino, muchos vehículos parecen haber sido matriculados sin encontrar un comprador final.

En resumen, mientras China sigue siendo líder en la producción y venta de vehículos eléctricos, esta situación pone de manifiesto la necesidad de abordar las contradicciones y desafíos de una industria en rápido crecimiento.

Más información en South China Morning Post.

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