En las autovías de toda la península ibérica, hay un fenómeno que ha captado la atención de conductores y pasajeros: la omnipresencia de ciertas plantas a lo largo de estas carreteras. Pocos conocen el verdadero motivo que subyace tras esta decisión aparentemente incidental.
A primera vista, parece que la proliferación de especies como el adelfa, la retama y el esparto es un asunto meramente paisajístico, una simple elección estética para embellecer las monótonas franjas de asfalto que recorren el país. Sin embargo, detrás de esta selección botánica hay una razón mucho más práctica y calculada.
Estas plantas han sido elegidas minuciosamente por su capacidad para resistir las duras condiciones ambientales de las autovías, donde el suelo es pobre y las emisiones de los vehículos pueden ser elevadas. La adelfa, conocida por su resistencia y baja necesidad de agua, es ideal para estas áreas. Además, su denso follaje actúa como una barrera natural contra el polvo, ayudando a mantener la visibilidad y la limpieza de la carretera.
La retama, por su parte, es una planta que crece rápido y tiene una excelente capacidad para fijar nitrógeno en el suelo, mejorando su calidad en el largo plazo. Esto no solo beneficia la flora circundante, sino que también reduce la erosión del suelo, un problema común en las áreas expuestas de las autovías. La retama, con sus flores brillantes, también aporta un toque de color que puede tener un efecto positivo en el estado de ánimo de los conductores.
El esparto, también conocido como «atocha», es otra planta resistente y versátil. Tradicionalmente usado en la fabricación de distintos productos artesanales, como cestas y cuerdas, el esparto es extremadamente duradero y requiere muy poca atención una vez establecido. Su sistema radicular ayuda a estabilizar el suelo y prevenir deslizamientos en las pendientes propias de algunas secciones de autovía.
Pero quizás, el aspecto más desconocido y sorprendente de estas plantas es su contribución a la biodiversidad local. Muchas de estas especies proporcionan hábitats y fuentes de alimento vitales para insectos, aves y otros animales. Por ejemplo, las flores de la adelfa son atractivas para varias especies de mariposas, mientras que la retama sirve de refugio para pequeños mamíferos y reptiles. Esta biodiversidad puede, a su vez, ayudar a controlar plagas y mantener el equilibrio ecológico en las áreas circundantes.
Las autoridades de infraestructura han confirmado que, al seleccionar estas plantas, no solo se busca crear entornos más agradables, sino también sostenibles en términos ecológicos y económicos. Las plantas que requieren menos mantenimiento y agua contribuyen a la reducción de costos a largo plazo, lo que es un factor crucial en épocas de restricciones presupuestarias.
Así, lo que muchos consideraban un simple aspecto estético en el diseño de las autovías es, en realidad, el resultado de una serie de decisiones estratégicas basadas en la resistencia a condiciones adversas, la mejora del suelo, la prevención de erosión y la promoción de la biodiversidad. Este enfoque multifacético revela una planificación más profunda y detallada detrás de lo que, a primera vista, podría parecer solo un toque de verde en el paisaje.
