La controversia en torno a la interrupción de la etapa final de la Vuelta a España en Madrid ha captado la atención de la prensa internacional, que se ha limitado mayormente a informar sobre los hechos sin emitir juicios. Diarios como Le Figaro han puesto de relieve el enfrentamiento político en España, donde tanto el gobierno como la oposición han criticado la situación. Los comentarios de políticos, incluyendo al ministro de Exteriores israelí, han añadido una dimensión internacional al debate, reflejando una profunda polarización que va más allá del ámbito deportivo.
Mientras tanto, medios como The Guardian y Die Zeit han resaltado la naturaleza deportiva del evento, señalando que Jonas Vingegaard fue declarado vencedor a pesar de la cancelación. La cobertura varía, con algunos medios enfatizando el impacto de las protestas propalestinas que causaron estos disturbios, y otros, como la BBC, que evitan asociar directamente las movilizaciones con su causa, aunque las imágenes de manifestantes y el contexto sugieren lo contrario. Este enfoque diferenciador en la cobertura denota un interés cauteloso en el contenido político detrás del evento.
En Israel, la situación ha sido abordada en un contexto diferente, donde los periódicos destacan las protestas como “anti-israelíes” y resaltan las declaraciones del primer ministro español, que elogió a los manifestantes. Los diferentes enfoques periodísticos reflejan una discusión más amplia sobre la imagen de España en el ámbito internacional, así como el impacto de la política contemporánea en eventos deportivos de gran relevancia.
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