En un sorprendente giro de los eventos habitualmente vistos en el popular programa de citas First Dates, una cita entre Vicente, un jubilado de 72 años, y Consuelo, una madrileña de 71, capturó la atención de la audiencia de maneras inesperadas. La velada, que prometía ser una búsqueda esperanzadora del amor en la tercera edad, se convirtió en el centro de conversación por elementos poco comunes en un encuentro romántico.
Desde el comienzo, la cita entre Vicente y Consuelo parecía avanzar en una dirección favorable. Ambos se expresaron mutuo agrado inicial, con Vicente destacando la belleza y agradable rostro de Consuelo, quien a su vez encontraba a Vicente una persona de apariencia normal y agradable. La expectativa de una velada amena, sin embargo, comenzó a disiparse cuando Vicente compartió una peculiar manera de presentarse, expresando su edad en días vividos, un detalle que Consuelo calificó de "graciosillo".
La cita dio un giro notable cuando la conversación derivó hacia temas de política española. Vicente, mostrando una inclinación hacia una visión favorable de la dictadura franquista, expresó opiniones que pusieron en alerta a Consuelo, quien claramente manifestó su disgusto ante tales comentarios. Este momento marcó un punto de no retorno en la percepción de Consuelo sobre la cita.
Aunado a la controversia política, Vicente compartió reflexiones sobre su matrimonio pasado y su actitud hacia el amor, detalles que Consuelo encontró preocupantes, especialmente al interpretar un apego no resuelto hacia su exesposa por parte de Vicente. Las diferencias en el enfoque de vida entre ambos también se hicieron evidentes, con Vicente conformándose con ver amanecer cada día, mientras que Consuelo se describió a sí misma como una persona activa y enérgica.
A pesar de los momentos de risas compartidas y coincidencias menores, como su gusto por viajar, la decisión sobre una segunda cita se inclinó claramente hacia un desenlace negativo. Vicente expresó su interés en continuar conociendo a Consuelo, sin embargo, ella determinó que las diferencias eran insalvables, especialmente debido a la percepción de que Vicente no había superado a su exesposa.
Así concluyó una de las citas más inusuales en la historia de First Dates, donde el parecido de Vicente con Francisco Franco, su polémica visión política y la dinámica de la relación con Consuelo resonaron más allá del programa, generando conversación y opiniones divididas en redes sociales. Vicente regresó a casa sin encontrar el amor, dejando detrás un episodio televisivo memorable, un claro ejemplo de cómo las citas pueden desviarse hacia terrenos inesperados.