El director del Mosad llega a Doha buscando avances para una tregua en Gaza

En un gesto significativo de escalada diplomática en Oriente Medio, David Barnea, jefe del Mosad, la agencia de inteligencia de Israel, ha dirigido una delicada misión a Doha, Qatar, con el principal objetivo de reavivar las negociaciones para una posible tregua en la Franja de Gaza, así como tratar el tema de la liberación de rehenes actualmente en manos de Hamás. Esta movida estratégica se produce en un momento de tensión y esperanza cautelosa por parte de las comunidades internacionales involucradas directa e indirectamente en el conflicto.

La visita de Barnea se materializó este viernes y, según tres fuentes anónimas familiarizadas con la misión, tiene planificado sostener reuniones fundamentales con Mohamed bin Abderrahman Al Thani, primer ministro y jefe de la diplomacia de Qatar. Estas conversaciones apuntan a una mediación vital entre Israel y Hamás, que buscan encontrar suelo común para un acuerdo sobre Gaza. Curiosamente, y a pesar de la importancia de estas conversaciones, parece que el jefe del Mosad ha viajado inusualmente sin el acompañamiento de su equipo negociador completo, un hecho que ha sido reportado por el medio de comunicación público israelí, Kan, y que ha despertado cierta atención.

No obstante, figuras relevantes como el jefe del Shin Bet, Ronen Bar, y el mayor general Nitzan Alon, quienes suelen estar presentes en tales diplomacias, no formaron parte de esta visita, aún cuando representan papeles cruciales en la estructuración de cualquier posible acuerdo.

La iniciativa de Barnea cobra gran relevancia en el contexto de una propuesta transmitida por Hamás la noche del miércoles, la cual, según oficiales israelíes, posee un tenor “especialmente positivo”. Presentada por Ismail Haniye, jefe del buró político de Hamás, a los gobernantes de Qatar y Egipto, esta nueva propuesta maneja «ideas con el objetivo de alcanzar un alto el fuego», lo que podría representar un cambio de juego en el panorama actual de violencia continua y devastación en la Franja de Gaza.

Detalladamente, la propuesta delineada contempla etapas que incluyen la liberación gradual de rehenes, retirada de las fuerzas israelíes, liberación de prisioneros palestinos y significativas iniciativas para la reconstrucción de la zonas más azotadas del enclave, marcadas por la pérdida de más de 38,000 vidas desde el 7 de octubre.

Pese al aparente progreso, la respuesta del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prioriza la consecución de «todos sus objetivos», lo que implica un fin definitivo al grupo islamista, como condición sine qua non para cesar las operaciones militares, según informó a Joe Biden, presidente de Estados Unidos.

La complejidad de las conversaciones y la diversidad de stakeholders involucrados revelan no solo la delicadeza del asunto, sino también la urgencia de encontrar una solución que pueda, de alguna manera, poner fin al sufrimiento humano y abrir un capítulo hacia la reconstrucción y la paz en un territorio marcado por décadas de conflicto.

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