A sus apenas 19 años, Cristina Lora ha recorrido un camino impresionante que la llevó a convertirse en la ganadora de la última edición de Operación Triunfo, un talent show que ha marcado la historia musical de España. La artista sevillana, nacida en septiembre de 2006, ha estado persiguiendo su sueño de ser cantante desde que era una niña; un deseo que sus familiares afirman que comenzó a gestarse casi desde su nacimiento.
Desde temprana edad, la música formó parte de su vida. Su hermana, Isa, recuerda que «Cristina aprendió a cantar antes que a hablar. Hay vídeos que lo demuestran». La fascinación de Cristina por el espectáculo se hizo evidente en su colegio, donde recibió un fuerte apoyo a las artes escénicas. A los seis años, ya había convencido a sus padres para que la apuntaran a claqué y teatro, iniciando un camino lleno de melodías y actuaciones.
A pesar de no tener una formación musical profesional en instrumentos, la joven se convirtió en autodidacta, aprendiendo a tocar guitarra y piano. Desde sus primeros pasos, sus metas eran claras: quería ser «teatrista», un término que ella prefería sobre «actriz» porque, como explican sus familiares, su pasión abarcaba el canto, el baile y la interpretación.
Los inicios de Cristina en el mundo del teatro y de la televisión no se hicieron esperar. Con solo ocho años, se destacó en el programa infantil Menuda Noche de Canal Sur, el cual fue una plataforma de lanzamiento para muchos artistas. A través de sus participaciones en diversos shows, incluido el talent show Idol Kids, donde compitió junto a Isabel Pantoja, y en Tierra de talento, Cristina fue construyendo su trayectoria ante un público creciente.
En 2025, su vida dio un giro monumental al ingresar a la academia de Operación Triunfo. Después de superar un casting con más de 11,000 aspirantes, su sueño estaba a un paso de hacerse realidad. En su primera noche, deslumbró al jurado con su interpretación de «My Baby Just Cares for Me», cimentando su lugar en la Academia. A lo largo de su tiempo allí, cultivó una conexión especial con sus compañeros y mostró su versatilidad artística, incorporando la música y la danza en cada actuación.
La voz de Cristina resonó en la academia y fuera de ella, convirtiéndose en la favorita del público en múltiples ocasiones. Su carisma y dedicación llamaron la atención del jurado, quienes la animaron a soltarse más en el escenario. Sin embargo, su participación no estuvo exenta de desafíos; vivió la angustia de las expulsiones y la incertidumbre del concurso, apoyándose en sus amistades dentro de la Academia.
Su triunfo en la gran final del programa, donde se alzó con un 46.3% de los votos, no solo representa un reconocimiento a su talento, sino también un logro significativo tras años de esfuerzo y aprendizaje. En un guiño a su pasión por la música internacional, Cristina impresionó al cantar en italiano, una hazaña que realizó semanas antes de la final, reflejando su compromiso con su arte.
Cristina Lora, con raíces tanto sevillanas como extremeñas, compagina su carrera artística con su pasión por el Periodismo y la Comunicación Audiovisual, estudios que había comenzado en la Universidad de Sevilla. A pesar de sus numerosos logros, la joven artista sigue soñando en grande, siendo una ferviente admiradora de Eurovisión y planificando un futuro en el que aspira a representar a España en este prestigioso festival. Con una lista de artistas admirados que incluye a figuras como Ariana Grande y Aitana, su carrera apenas comienza y el mundo espera ansiosamente lo que dará de sí en las próximas etapas de su vida. La música sigue siendo su hogar, y Cristina está decidida a seguir llenando escenarios con su voz.
