En un giro inesperado y polémico en el mundo de la televisión española, la noche en los estudios de Televisión Española (TVE) tomó un rumbo inesperado para el programa «La Revuelta», presentado por David Broncano. La expectativa era alta, con la programada entrevista a Jorge Martín, el campeón del mundo en Moto GP, que prometía ser un atractivo encuentro para los aficionados del deporte y seguidores del programa. Sin embargo, las cosas no salieron como estaban previstas.
Según se reportó, mientras Jorge Martín se preparaba en el camerino para su aparición en el programa de TVE, recibió un ultimátum de parte del equipo de «El Hormiguero», el conocido espacio de entretenimiento de Antena 3 conducido por Pablo Motos. El mensaje era claro y contundente: si el piloto participaba en la entrevista con Broncano esa noche, se le vetaría la entrada a «El Hormiguero» la semana siguiente. Este movimiento por parte de Antena 3 marcó un nuevo episodio en lo que parece ser una serie de estrategias para asegurar la exclusividad de invitados de alto perfil antes que su competencia.
Ante la situación, Jorge Martín tomó la decisión de cancelar su participación en «La Revuelta» en el último momento, lo que obligó a David Broncano a disculparse con la audiencia por el cambio inesperado en la programación. Lejos de terminar ahí, el presentador gallego aprovechó la ocasión para revelar y denunciar que esta práctica de boicot por parte de «El Hormiguero» no es un caso aislado, sino que ha ocurrido repetidamente a lo largo de los años, en un intento por manipular la agenda de los invitados para beneficio del formato de Pablo Motos.
Para llenar el vacío dejado por la ausencia de Martín, «La Revuelta» adoptó una medida inusual al decidir transmitir durante 20 minutos imágenes de ciervos, buitres, lobos y otros animales salvajes, seguido del comentario irónico de Broncano: «Hoy no hay entrevista, así que ponemos unas imágenes de animales durante 20 minutos y a tomar por culo». Este gesto, aunque improvisado, fue interpretado como una declaración de intenciones y una crítica hacia las presiones competitivas dentro del panorama televisivo español.
La controversia no pasó desapercibida en las redes sociales, con un tweet de la cuenta oficial de «La Revuelta» cerrando la emisión de esa noche, mientras el humorista Grison, parte del elenco del programa, bromeaba ante la situación improvisada que «los fumetas no se van a dar cuenta». Pese al desenlace inesperado y el humor inyectado en la circunstancia, el incidente deja al descubierto las tensiones y competencias entre programas por captar y mantener la atención de la audiencia, levantando interrogantes sobre las prácticas del entretenimiento televisivo y la libertad de elección de los invitados.