El caso de Asunta Basterra, que conmovió profundamente a España, aún resuena en la sociedad por la horripilante muerte de la joven. Adoptada por Rosario Porto y Alfonso Basterra, la investigación se centró rápidamente en ellos tras el hallazgo del cuerpo de Asunta en una pista forestal cerca de Santiago de Compostela. Finalmente, el juicio concluyó con una condena de 18 años de prisión para ambos por el asesinato de su hija, tras un exhaustivo proceso judicial que incluyó numerosas pruebas y testimonios.
La vida tras las rejas ha sido especialmente dura para Rosario Porto, quien intentó quitarse la vida en repetidas ocasiones. A pesar de las medidas de vigilancia, Porto logró suicidarse en noviembre de 2020 en su celda de la prisión de Brieva, utilizando un cinturón de tela. Alfonso Basterra, por su parte, continúa cumpliendo su condena en la prisión de Teixeiro, A Coruña, donde lleva una vida apartada, sin permisos penitenciarios y con limitaciones debido al riesgo de suicidio y la posible controversia en torno a su figura.
Basterra pasa sus días leyendo en la biblioteca de la prisión, y aún le restan ocho años de condena. La tragedia de Asunta no solo ha dejado huella en los implicados y en la sociedad, sino que también ha generado un renovado interés por parte del público gracias a producciones como la serie de Netflix dedicada al caso. Este interés refleja las profundas inquietudes sobre los aspectos más oscuros de la naturaleza humana y los fallas en la dinámica familiar.
