Arnold Schwarzenegger es, sin dudarlo ni un instante, la estrella del cine de acción más importante de la historia, siendo este el protagonista de grandes clásicos del género de acción, los cuales se transformaron en éxitos taquilleros. En 1994, el actor formó parte del elenco de la película Mentiras arriesgadas, donde volvió a trabajar con su amigo y director James Cameron, quienes supieron encontrar el éxito gracias a la saga de Terminator.

Durante este proyecto, Arnold Schwarzenegger se enfrentó con su mayor reto en su carrera, que sorprendentemente, no estuvo relacionado con ninguna escena de acción o de pelea, sino en una disciplina totalmente diferente dentro de su mundo, tratando de llegar a la altura de Al Pacino. ¿Estáis listo para descubrir cuál fue el mayor desafío que tuvo la leyenda de acción durante toda su carrera?

Arnold Schwarzenegger y su verdadero rival dentro de la historia de Mentiras arriesgadas

En la aclamada película del director James Cameron, Arnold Schwarzenegger se pone en la piel del espía estadounidense Harry Rehnquis, el cual se infiltra dentro de la mansión de reconocido contrabandista de armas de Suiza; durante su aventura dentro de la lujosa mansión, el espía se topa con la vendedora de artes y antigüedades Juno Skinner, con la cual mantiene una conversación y deciden bailar un tango. Es en esa escena, donde aparece el verdadero enemigo de Arnold de esta historia: el tango, ya que fue el reto más grande que tuvo en su adrenalínica carrera como héroe de acción.

Para lograr llegar o superar el nivel de la escena de Al Pacino en Esencia de mujer, Arnold Schwarzenegger se sometió a 6 meses dentro de una escuela de baile, para lograr la perfección a la hora de rodar la escena. Por desgracia del director James Cameron, estos estudios se extendieron más de lo planeado, causando el retraso de la producción, sin embargo, hasta el día de hoy, el director no se arrepiente de haber esperado tanto, ya que el resultado final visto en escena, fue mucho mejor que lo esperado.

Las celebridades que no se rindieron ante el baile

A lo largo de la historia del cine, existieron una gran cantidad de películas relacionadas con la disciplina de baile, las cuales pusieron a prueba las habilidades actorales de sus protagonistas, llevándolos a realizar rigurosos estudios dentro de un salón de baile. Las actrices Natalie Portman y Mila Kunis, en el año 2010, protagonizaron la exitosa El Cisne Negro, un drama que se centraba en la vida de bailarinas clásicas, para este trabajo, Portman (que ya sabía ciertas habilidades en el ballet) y Kunis se sometieron a rigurosas clases de baile, durante más de 6 meses.

Otro reconocido actor, el cual compartió la misma era que Arnold Schwarzenegger, que se sometió a otros largos meses de su vida para lograr la perfección en sus escenas de baile, fue el aclamado Richard Gere, quien fue el protagonista de Chicago. Aunque el caso más reciente y reconocido de la nueva camada de actores de Hollywood, es el de Ryan Gosling y Emma Stone, quienes fueron las estrellas detrás de La La Land; meses previos al rodaje del exitoso musical, la productora puso a disposición de ellos una profesora de baile, la cual fue la responsable de pulir las habilidades que ambos ya tenían.

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