La empresa de componentes automotrices WKW se enfrenta a la bancarrota tras el fracaso de un intento de rescate
El proveedor de componentes automotrices WKW (Walter Klein Group), conocido por la fabricación de piezas decorativas y funcionales de aluminio, acero inoxidable y plástico para coches de lujo, ha presentado su solicitud de bancarrota ante el tribunal del distrito de Wuppertal el pasado viernes 20 de septiembre. Esta situación amenaza el empleo de 2.000 trabajadores en las localidades alemanas de Velbert y Wuppertal, donde 500 empleados en Wuppertal y 1.500 en Velbert se encuentran ahora preocupados por su futuro laboral.
En 2023, WKW Group empleaba a alrededor de 3.000 personas en todo el mundo y generaba ingresos de 560 millones de euros en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la crisis de la empresa no es reciente: en 2022 ya estuvo al borde de la bancarrota y el estado de Renania del Norte-Westfalia tuvo que intervenir con una garantía para evitar el colapso.
Fracaso de la reestructuración y de la posible adquisición por parte de un inversor estadounidense
A pesar de los intentos de rescatar a WKW, las dificultades financieras persistieron. En junio, las noticias indicaban un posible acuerdo de adquisición por parte de un inversor estadounidense, que parecía ofrecer una luz al final del túnel para la empresa, pero el acuerdo no llegó a materializarse, lo que precipitó la solicitud de bancarrota. Esta situación ha dejado en vilo a los empleados, quienes habían depositado sus esperanzas en este intento de salvación.
La historia del WKW Group se remonta a 1940, y a lo largo de los años ha crecido para operar a través de 18 filiales y empresas afiliadas en Europa y América del Norte. Actualmente, la compañía pertenece a la Fundación Gert y Susanna Mayer, con el resto de las acciones en manos de Susanna Mayer. A pesar de la larga trayectoria y la relevancia de la empresa en el sector, las dificultades económicas han demostrado ser insuperables en esta ocasión.
Fundamentos históricos y consecuencias para los empleados
WKW, fundada hace más de 80 años, ha sido un importante proveedor de la industria automotriz, especialmente en la producción de componentes de lujo. Sin embargo, los problemas financieros que se arrastran durante años, junto con la fallida reestructuración y la cancelación del acuerdo de adquisición, han dejado en una situación de incertidumbre a miles de empleados. La intervención estatal en 2022 no logró estabilizar la situación, y ahora el futuro de los 2.000 trabajadores afectados está en riesgo.
Este tipo de problemas no solo afecta a los empleados directamente involucrados, sino que también tiene un impacto en la industria automotriz en general y en la economía local de las ciudades donde opera la compañía. El fracaso de la adquisición y la declaración de bancarrota representan un duro golpe para los trabajadores de Velbert y Wuppertal, que ahora enfrentan la posibilidad de perder sus empleos.