En la última edición del Campus de Balonmano Pozuelo, más de 100 participantes se han sumado a esta experiencia formativa y deportiva, marcando un hito en su historia. Los jóvenes deportistas, procedentes de diferentes lugares, han tenido la oportunidad de mejorar sus habilidades a través de entrenamientos especializados, sesiones de tecnificación, y juegos adaptados a todas las edades. Además, una de las actividades más esperadas y disfrutadas por los participantes ha sido la piscina diaria, ofreciendo un espacio de relajación y diversión tras las intensas jornadas de entrenamiento.
El éxito de este evento no solo se mide por la alta participación, sino también por el nivel de compromiso y mejora mostrado por los deportistas a lo largo del campus. La estructura del programa y la calidad del entrenamiento impartido han sido claves en este logro. Los organizadores del campus han destacado la importancia de crear un ambiente donde los jóvenes puedan desarrollarse tanto personal como deportivamente, subrayando el valor de la disciplina, el trabajo en equipo, y el espíritu competitivo saludable.
El impacto de este campus va más allá del desarrollo de habilidades en el balonmano. Ha sido una oportunidad para fomentar valores como la amistad, el respeto y la superación personal entre los jóvenes. Los participantes han salido no solo con una mejor preparación deportiva, sino también con experiencias y recuerdos que durarán toda la vida. La expectativa es alta para la próxima edición, con la esperanza de seguir creciendo en número de participantes y en la calidad del programa ofrecido.