En un giro inesperado para la televisión española, Mediaset España ha revelado los nombres de quienes darán la bienvenida al año 2025, desde las campanadas de Telecinco y Cuatro. Desmintiendo las recientes especulaciones, no serán Los Mozos de Arousa, los aspirantes más populares del programa «Reacción en cadena», quienes asumirán este rol, sino que Ion Aramendi y Blanca Romero tendrán el honor en Telecinco. Mientras que en Cuatro, la responsabilidad recaerá sobre Ángeles Blanco y Ricardo Reyes, quienes se dirigirán al público canario una hora después debido a la diferencia horaria.
Esta noticia llega como una sorpresa, especialmente después de que rumores sugirieran que Aramendi y el grupo de jóvenes iban a ser la principal competencia de Cristina Pedroche en estas festividades. Borjamina, el participante del trío más activo en redes sociales, ha hecho uso de su humor para afrontar la noticia, expresando en Twitter su desilusión de una forma jocosa, mencionando que ya se estaba preparando para “dar paso a los cuartos”.
Sin embargo, la situación tomó un tono más serio cuando, respondiendo a un artículo del Faro de Vigo, reveló que más que ilusionarse prematuramente, ellos daban por hecho su participación, ya que, según él, estaba todo cerrado. Este inesperado anuncio ha dejado entrever que hubo un cambio de último momento que los dejó fuera del especial de fin de año, prometiendo más información en los próximos días.
Este cambio se alinea con una noticia sobre el destino de Los Mozos en Telecinco. El grupo, tras conseguir el anhelado premio en «Reacción en cadena», se despedirá de la audiencia este lunes 25 de noviembre. Este adiós marca el final de su participación diaria en la pantalla, cerrando un capítulo importante tanto para ellos como para sus seguidores.
A la luz de estos acontecimientos, el panorama televisivo para las campanadas de fin de año ha cambiado de manera significativa, dejando a la audiencia y a los propios Mozos de Arousa en suspense sobre las futuras declaraciones de Mediaset o de Borjamina. Con una programación especial de despedida y la incertidumbre sobre los motivos detrás de este cambio abrupto, la controversia está servida y el debate público, garantizado.