El consumo moderado de vino puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, según expertos internacionales.

VÍDEO: Expertos en Medicina y Farmacología coinciden en que beber vino con moderación aleja la enfermedad cardiovascular

El consumo moderado de vino puede ser beneficioso para la salud cardiovascular, según expertos en Medicina, Farmacología y Epidemiología que han participado en el Congreso ‘Lifestyle, Diet, Wine and Health’. Durante la primera sesión del congreso, los ponentes resaltaron distintos estudios que demuestran que el consumo controlado de vino puede disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Se refirieron a la curva en forma de ‘J’, donde se observa que un consumo moderado está asociado a una disminución del riesgo, mientras que aumentar el consumo aumenta el riesgo.

El profesor Curtis Ellison, conferencista en el congreso, citó estudios del Framingham Heart Study que mostraban que los consumidores de alcohol tenían un menor riesgo de enfermedad cardiovascular. Defendió también que muchas publicaciones de advertencia sobre el alcohol se basan en interpretaciones erróneas de datos y estudios seleccionados. Según el profesor, el consumo regular y moderado de alcohol, junto con otros cuidados de la salud, como ejercicio y control de la hipertensión, puede ser beneficioso en la prevención de la enfermedad coronaria y la mortalidad.

Por su parte, Mladen Boban presentó un estudio en el que se examinaron los efectos del etanol y el vino blanco en ratas con un infarto de miocardio inducido. El estudio mostró que los animales que bebían etanol tenían menores tasas de mortalidad que los que bebían agua, lo cual indica una curva en forma de ‘J’ ideal.

Giovanni de Gaetano habló sobre la curva en ‘J’ y cómo esta se aplica en todos los campos de estudio. Argumentó que el alcohol, consumido con moderación y regularidad, puede tener efectos beneficiosos para la salud, y criticó las comparaciones entre el consumo de alcohol y el tabaquismo, ya que sus impactos en la mortalidad son diferentes.

Francesco Violi enfocó su discurso en el efecto positivo del resveratol, un antioxidante presente en el vino, en la enfermedad cardiovascular y la trombosis. Destacó que el vino tiene efectos antioxidantes y antitrombóticos que pueden contribuir a la reducción del riesgo de accidente cerebrovascular o infarto de miocardio.

En resumen, los expertos en el congreso coinciden en que el consumo moderado de vino puede ser beneficioso para la salud cardiovascular. Sin embargo, subrayan la importancia de consumirlo con moderación y junto con otros hábitos saludables para obtener los máximos beneficios. Se necesitan más estudios clínicos para demostrar las posibilidades biológicas del consumo de alcohol en la salud.

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