En la ciudad de Nueva York, los famosos bagels con semillas de amapola son más que un simple desayuno; son un símbolo de la cocina local que atrae a miles de turistas cada año. Sin embargo, si planeas llevar este gustoso recuerdo a Corea del Sur, podrías toparte con una sorpresa poco agradable en la aduana.
Desde 2022, Corea del Sur ha puesto en la mira a las semillas de amapola, incluyéndolas en su lista de alimentos restringidos, lo que ha generado un dilema para los amantes del conocido aderezo Everything But the Bagel de Trader Joe’s. Este producto, que mezcla semillas de sésamo, sal, ajo, cebolla seca y semillas de amapola, no puede ingresar al país asiático, sumándose así a la extensa lista de productos controlados por las políticas antidrogas de la nación.
La situación ha causado asombro entre los viajeros, debido a que las autoridades de Corea del Sur han intensificado sus esfuerzos para evitar la entrada de estupefacientes y sus asociados, categorizando a las semillas de amapola como una sustancia peligrosa debido a su potencial contaminación con trazas de opio. El aeropuerto de Incheon, incluso, ha instalado carteles advirtiendo sobre la prohibición de ingresar productos que contengan este ingrediente.
No se trata solo de una leyenda urbana; la política de Corea del Sur puede afectar a los viajeros que, sin saberlo, lleven consigo alimentos o condimentos que contengan semillas de amapola. De hecho, el Servicio de Aduanas de Corea del Sur (KCS) ha informado de incautaciones significativas que ascienden a casi 1.500 kilogramos de productos restringidos en los últimos dos años.
Estas leyes reflectan la perspectiva globalmente variada sobre las drogas y sus precursores. Por ejemplo, mientras que algunos países están relajando sus políticas en torno a determinadas sustancias, en Asia, la posesión o el tráfico de drogas aún conlleva severas sanciones, incluyendo largos periodos de prisión o, en algunos casos, la pena de muerte. Este panorama coloca a Corea del Sur junto a otras naciones asiáticas como Indonesia, China, e Irán, donde las leyes antidrogas son especialmente estrictas.
Este escenario también refleja los cambios legislativos y las fluctuantes percepciones sobre el control de drogas a nivel mundial. Asimismo, destaca el cuidado que los viajeros deben tener al cruzar fronteras internacionales, donde productos aparentemente inocuos pueden resultar en complicaciones legales inesperadas. En este sentido, la experiencia de los turistas y el destino de ciertos productos como el aderezo Everything But the Bagel de Trader Joe’s sirven como un recordatorio de la compleja interacción entre las políticas de control de drogas, las diferencias culturales y la globalización.
