El sábado 16 de marzo, el Pabellón Vicente Paniagua de Alcázar de San Juan se convirtió en el epicentro de los amantes del vino, al ser sede de la XIV edición del prestigioso concurso ‘1.000 no se equivocan’, donde un millar de personas se dieron cita para elegir los mejores vinos de la región. Los participantes, entre los que se encontraban tanto aficionados locales y de otras partes del país como profesionales del sector, evaluaron las distintas variedades presentadas, distribuidas en seis categorías: blancos, rosados, tintos jóvenes, tintos con barrica, tintos envejecidos y vinos espumosos.
Todos los vinos en competencia provinieron de la región, contando con el reconocimiento de Denominación de Origen, Vinos de la Tierra de Castilla o Vinos de Pago. La alcaldesa de la localidad, Rosa Melchor, expresó su gratitud hacia el esfuerzo y dedicación de los implicados en lo que describió como una «maravilla organizativa». Destacó la participación de 70 bodegas aportando más de 200 vinos, con la totalidad de las Denominaciones de Origen de toda la región representadas.
El concurso ha sido también una expresión del dinamismo de la comunidad, atrayendo a un número cada vez mayor de mujeres y jóvenes, lo que para la alcaldesa es una señal de vitalidad y promoción del consumo responsable de vino entre los asistentes.
En representación de la Diputación, Sonia González reconoció la importancia del apoyo institucional para promover el vino, subrayando la singularidad de congregar a más de mil personas alrededor de esta tradición y la relevancia de continuar con este tipo de eventos.
Por su parte, Jesús Fernández Clemente, Director General de Agricultura de la Junta de Comunidades, enfatizó los beneficios de integrar el vino como un lazo que une gastronomía y cultura, haciendo hincapié en el apoyo que brinda la Junta a los agricultores de la zona.
El concurso contó con un jurado único de 1.000 miembros, una mezcla diversa de aficionados con conocimientos básicos de cata y profesionales del mundo del vino, tales como sumilleres, restauradores, distribuidores, enólogos y periodistas especializados. El principal objetivo del evento es promover la calidad de los vinos de Castilla-La Mancha y fomentar el aprecio por la cultura vitivinícola.
Además de la competición, Alcázar de San Juan ofreció durante el fin de semana diferentes actividades relacionadas con la gastronomía y la cultura, incluyendo catas en bodegas locales, prácticas de molienda tradicional y visitas gratuitas a museos, con el fin de realzar los atractivos de la ciudad y de crear sinergias que beneficien tanto a residentes como a turistas.
