En un giro sorpresivo que ha sacudido los cimientos de la política europea, Thierry Breton, reconocido comisario de Mercado Interior e Industria, ha renunciado a su posición en la Comisión Europea, arrojando acusaciones directas hacia la presidenta Ursula von der Leyen por supuestamente intentar reemplazarlo en el próximo mandato. Este inesperado anuncio, realizado el lunes, ha puesto en evidencia tensiones internas justo antes de que von der Leyen presente su nueva alineación de comisarios para los próximos cinco años en Estrasburgo, un evento ahora envuelto en incertidumbre.
Breton, quien ha sido una figura clave en la Comisión desde 2019, argumenta que von der Leyen buscó la remoción de su candidatura por razones personales nunca discutidas directamente con él, prometiendo en su lugar una cartera más significativa para Francia. Esta movida ha provocado estupor y podría retrasar el anuncio de la composición de la nueva Comisión, previsto para este martes durante la sesión plenaria de la Eurocámara.
La misiva de renuncia de Breton no solo revela su descontento con la gestión de von der Leyen sino que también exhibe la complejidad del proceso de selección de los comisarios europeos. Von der Leyen, desde su confirmación como presidenta de la Comisión Europea, ha buscado un equilibrio de género en su equipo, instando a los estados miembros a proponer candidatos de ambos sexos, una petición que ha encontrado resistencia, especialmente al observar un predominio de candidatos masculinos propuestos por los países.
Esta situación subraya las dificultades de von der Leyen para establecer un colegio de comisarios que refleje igualdad de género. A pesar de los esfuerzos, como en los casos de Rumanía y Eslovenia donde se logró sustituir candidatos masculinos por femeninos, el proceso de selección ha enfrentado obstáculos significativos, detallando el retraso en el caso esloveno debido a la división parlamentaria en torno a la figura de Marta Kos.
La relación entre Breton y von der Leyen, ya tensa desde antes de su renuncia, ha sido notoriamente desafiante. Breton, conocido por sus posturas polémicas y por disfrutar de las batallas políticas, contrasta con el enfoque de von der Leyen, quien desde 2019 ha mantenido un control firme y presidencialista sobre la Comisión. La salida de Breton podría reconfigurar el panorama político en la UE, particularmente en lo referente a la dirigencia francesa y su influencia en las políticas industriales y de mercado interior europeo.
En su despedida, expresada a través de las redes sociales, Breton agradeció a sus colegas, a los servicios de la Comisión, a los eurodiputados, a los estados miembros y a su equipo, aunque significativamente, omitió cualquier mención a von der Leyen. Con estos desarrollos, el futuro de la Comisión Europea vive momentos de incertidumbre, y los ojos están puestos en cómo von der Leyen reestructurará su equipo en un entorno político ahora más complicado y cómo esto afectará la gobernabilidad y política europea en los años venideros.
