El Museo de Santa Cruz de Toledo, conocido por albergar obras de El Greco y otros prestigiosos pintores como Juan de Borgoña y Luis Tristán, afronta un período de obras de renovación y mejoras. La consejera portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, anunció en rueda de prensa que debido a estos trabajos, ciertas áreas del museo, incluyendo el crucero, los almacenes visitables y la sala Carranza, quedarán inaccesibles al público hasta marzo de 2025. Este cierre temporal, que buscará potenciar la experiencia de los visitantes en el futuro, se estimó necesario a pesar de las incomodidades que pueda causar en el corto plazo.
Con un plazo de ejecución proyectado de 12 meses, los visitantes podrán seguir disfrutando de otras partes del recinto, como el claustro y la sala de exposiciones temporales, la cual mantendrá su programación hasta el verano. A partir de septiembre, el museo planea organizar una muestra especial que permitirá a los visitantes acceder a las piezas más destacadas de la colección en otro espacio.
Este museo, el más visitado de Castilla-La Mancha en 2023 con 115.000 visitas, y que ya en el 2025 acumula más de 64.000, es un pilar cultural de la región. Por esta razón, la consejera portavoz recalca la importancia de estas mejoras aunque reconoce las posibles molestias a los visitantes, especialmente a aquellos que viajan desde otras localidades.
En otro ámbito, se reveló el inicio de obras en la fachada de la Residencia Universitaria ‘Tomás y Valiente’, que con un presupuesto de 150.000 euros, busca una necesaria restauración tras 28 años. Esta intervención afectará mínimamente a los residentes, pues solo ocho de los 175 estudiantes deberán reubicarse dentro del mismo edificio mientras se llevan a cabo los trabajos. La ejecución de las obras se ha planificado cuidadosamente para minimizar el impacto en los estudiantes, con la segunda fase programada para las vacaciones de verano.
Por último, Padilla comunicó que se dará comienzo a la segunda fase de la iluminación artística del castillo y la torre de Molina de Aragón. Esta instalación, con un costo de un millón de euros repartido en dos anualidades, podrá ser apreciada plenamente en la primavera de 2025. Los visitantes del futuro parador de Molina podrán disfrutar especialmente de estas mejoras, que contribuyen a la valorización del patrimonio y del conjunto arqueológico de la región. La consejera destacó el bajo costo de mantenimiento de la iluminación, aproximadamente dos euros por hora, lo cual subraya el compromiso con la sostenibilidad.
Desde 2016, a través de la Fundación Impulsa Castilla-La Mancha, se ha llevado a cabo la iluminación de múltiples hitos patrimoniales regionales, como son los molinos de viento de Alcázar de San Juan, y de Herencia y Alustante, el monumento minero de Puertollano o la muralla de Talavera de la Reina, consolidando el esfuerzo continuo por destacar y preservar el patrimonio cultural y arquitectónico castellanomanchego.